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OTRO COMIENZO.Por LUIS VILLEGAS MONTES, 2025-11-16 17:25:00
He cerrado un ciclo. Después de muchos años en el servicio público —desde el Congreso local o la Cámara de Diputados hasta el Poder Judicial del Estado— doy por concluida una etapa que me definió profesionalmente y que marcará siempre mi vida. No me retiro ni me aparto, simplemente cambio de trinchera. Fui servidor público por necesidad, primero, y después por profunda convicción; lo hice porque creo en la ley, en las instituciones y en la posibilidad de que un país funcione mejor si quienes las integran lo hacen con decencia; lo di todo en ese empeño; ahora me corresponde ejercer la misma convicción desde otro sitio, el ejercicio libre de la profesión. Por primera vez en mi vida abriré un despacho jurídico propio; no es un gesto de ruptura, o tal vez sí, pero lo es más de evolución, de crecimiento personal. Durante tres décadas y media aprendí lo que significa la responsabilidad pública, el valor del equilibrio, el peso de las decisiones y la soledad en la toma de las mismas; todo eso me acompaña, forma parte de mi bagaje personal. Llego a este punto sin nostalgias, apenas con unos pocos resentimientos que Dios dirá si les vamos a dar vuelo o no. Recuerdo en este punto una frase que oí por primera vez hace no sé cuánto, ni cómo, ni dónde: “Quien gana no lo gana todo y quien pierde no pierde para siempre”. Durante treinta y tantos años he sido testigo y protagonista (menor) de los dilemas del poder, de sus virtudes y miserias; ahora toca volver al origen, al litigio, al estudio, a la palabra; toca volver a escuchar a las personas (no a los gobernados), atender sus conflictos y trabajar con la pasión de quien se sabe libre para hacerlo a su modo. Este nuevo proyecto no se improvisa; haré de él un espacio de rigor jurídico, sí, pero también de pensamiento, análisis y creación. No un despacho cualquiera, sino uno que sepa que detrás de cada caso hay una historia humana; que el derecho no es trámite, sino herramienta civilizatoria, reivindicatoria. No adelanto nombres, socios ni direcciones; todo vendrá a su tiempo; por ahora basta decir que empieza una etapa radiante, llena de propósito, una luminosa declaración de principios —que no de guerra… ¿o sí?—; trabajar con claridad, servir con independencia y ejercer el derecho con la dignidad que merece. He servido desde dentro; ahora toca servir desde fuera y lo haré con la misma regla que me ha acompañado siempre: no engañar, no transigir, no doblarse, no claudicar. Nos vamos a divertir. Si usted me lee, difúndalo; me haría un gran favor. Contácteme a través de mi correo electrónico o sígame en los medios que gentilmente me publican, en Facebook o también en mi blog: https://unareflexionpersonal.wordpress.com/ Luis Villegas Montes. [email protected], [email protected]
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