EL PESO PRESENTÓ UNA SEMANA POSITIVA PARA INCIAR OCTUBRE.
Por Agencias, 06/10/2024 02:04
El peso terminó las operaciones del viernes con un desempeño positivo, desacelerando respecto de su cotización matutina, tras incorporar algunos datos y a la expectativa del rumbo que tomará el entrante gobierno del México.
La moneda cerró la sesión del viernes en 19.27 unidades por dólar, un avance de 0.3% respecto del día previo. En tanto, el índice dólar, o DXY, el cual rastrea el comportamiento de la divisa estadounidense frente a una canasta de seis monedas, subió 0.49% a 102.49 unidades.
El tipo de cambio enlazó cinco jornadas positivas y registró una apreciación semanal de 2.1%, que pasó a ser la segunda mejor en tres meses. A partir de ello alcanzó su mejor nivel desde el 18 de septiembre, o hace poco más de dos semanas.
Los operadores incorporan que el pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación decidió, por una mayoría de ocho votos contra tres, analizar la reforma en materia judicial que fue aprobada por el legislativo y ejecutivo en la administración anterior.
Sin embargo, para algunos legisladores, la decisión de la corte es una invasión de facultades que confieren exclusivamente al Congreso de la Unión y no debería ser motivo de discusión para la corte el sentido de las reformas que cumplen con los criterios ordenados por la propia Constitución, incluido el aval de la mayoría calificada.
El mercado está a la expectativa de las acciones que podría tomar el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, donde no está descartada la posibilidad de que continúe con las polémicas reformas propuestas por su antecesor, Andrés Manuel López Obrador.
La apreciación de la moneda “no es resultado de optimismo respecto al gobierno entrante en México, sino de una disminución gradual de la aversión al riesgo”, escribió en un reporte Gabriela Siller, economista de Banco Base. “De hecho, respecto al cierre previo a las elecciones del 2 de junio, el peso sigue acumulando una depreciación de 13.3%”.
Durante la semana también ayudaron a la moneda las primeras declaraciones de la mandataria, que señaló que promoverá la inversión privada, que respetará la autonomía de Banco de México y buscará continuar con finanzas públicas sanas.
En cuanto a datos, las cotizaciones asimilaron el viernes que la tasa de desempleo en México subió ligeramente a 2.8% en septiembre, rebasando la expectativa de los analistas, pero sin despegarse significativamente de mínimos históricos.
Una relajación del mercado laboral es vista por los operadores como un factor positivo en términos de la batalla para controlar la inflación de Banco de México, quien ya ha realizado recortes a la tasa de interés de referencia y estudiará continuar con ellos.
En tanto, en Estados Unidos la esperada nómina no agrícola mostro una generación de empleo muy superior a la prevista en septiembre, lo que ayudó a que la tasa de desempleo quedara debajo de lo estimado.
El dato abona a la expectativa de que la economía estadounidense no entrará en recesión y no pareció alterar, como en meses anteriores, la perspectiva de reducción de tasas de interés por parte de la Reserva Federal, ya que la inflación ha bajado su potencia como factor de preocupación al continuar en desaceleración.
El peso incluso resistió una semana positiva para el dólar, que en términos del índice DXY ganó terreno los cinco días y tocó cerró con su mejor nivel en más de mes y medio, a partir de la perspectiva de que los recortes de la Fed no serán tan pronunciados y el aumento de la aversión al riesgo global.
Los mercados a nivel global operaron con cautela debido a las tensiones en Medio Oriente, donde existe la posibilidad de que Israel ataque infraestructura energética de Irán.
Hacia adelante, de acuerdo con Siller, el peso estará atento a la publicación del Paquete Económico 2025, para evaluar la estructura de ingresos y gastos, así como el déficit fiscal, y la posibilidad de revisiones de evaluación crediticia soberanos.
En lo que va del año, el peso registra una depreciación de 12%, con lo que se mantiene entre las siete monedas de países emergentes con peor desempeño frente al dólar.