SIETE RUTAS DE TRENES SE PONDRÍAN EN MARCHA, TODAS ELLAS SON UTILIZADAS ACTUALMENTE POR EL TRANSPORTE DE CARGA.
Por Agencias, 28/11/2023 17:54
Los trenes de pasajeros desaparecieron hace 25 años, pero ahora una iniciativa del presidente Andrés Manuel López Obrador podría hacer que estos vuelvan a las vías
El mandatario ha insistido en que lo que resta del sexenio es suficiente para cumplir con la meta y la precandidata a la presidencia, Claudia Sheinbaum, está a favor del proyecto. Sin embargo, hay factores que no se están considerando.
Inicialmente, son siete las rutas que el Gobierno de México busca poner de nuevo en marcha para trasladar personas, todas por ahora concesionadas por empresas privadas para operar transporte de carga.
Pero algunos especialistas encuentran cuestionable su viabilidad económica. En sus argumentos centran que existen otros medios de transporte más competitivos en costo y velocidad, como es el autobús y hasta los vuelos de bajo costo. Pero, los retos en torno a la propuesta van más allá, principalmente en materia de inversión.
Aunque las siete rutas contempladas están operadas actualmente con las concesiones otorgadas a Grupo México Transportes (Ferromex-Ferrosur) y CPKC de México, poner en marcha el transporte de pasajeros podría conllevar a inversiones de hasta 5 millones de dólares por locomotora, toda vez que los trenes deben poseer características diferentes, dice Sergio González, presidente de la consultora Calidad Mexicana en Desarrollo Ferroviario. Y descarta que como parte del plan puedan utilizarse trenes modernos como los que hoy en día transitan por Europa.
De acuerdo con el decreto publicado por López Obrador hace una semana, las concesionarias deberán presentar su plan para incorporar el transporte para pasajeros en enero del siguiente año. Un tiempo, que de acuerdo con los especialistas, será limitado y donde las incógnitas permanecen en torno a si las empresas privadas estarán interesadas o no en mover pasajeros y cómo desarrollarían un nuevo modelo de negocio.
De no presentar un proyecto, las fuerzas armadas serán quienes operen los trenes de pasajeros, conviviendo con el transporte de carga simultáneamente.
“Un proyecto estratégico, enorme como este, deberá de hacerse con la iniciativa privada y el apoyo del gobierno federal para que sea equitativo”, dice Sergio González en entrevista con Expansión.
Existe también un reto en cuanto a la operación de ferrocarriles con pasajeros referente a la velocidad y a la seguridad.
Benjamín Alemán Castilla, extitular de la Agencia Reguladora del Transporte Ferroviario, dice que actualmente los trenes circulan, en promedio, a 40 kilómetros por hora dentro de zonas urbanas, lo cual está regulado por la Ley Reglamentaria del Servicio Ferroviario, que no se cuenta con buena señalización en los cruces de ferrocarril dentro de las ciudades y que el Fideicomiso que se creó el sexenio pasado para poder invertir en ello fue desaparecido por el gobierno de López Obrador.
“Tenemos que pensar en adecuar la infraestructura de las vías para poder elevar la velocidad y que el tren de pasajeros sea competitivo contra otros medios de transporte, porque si metemos el tren de pasajeros con la infraestructura que ya está, no sólo va a ser bajar velocidad en los cruces, si no que en toda la ruta no podrás ir más allá de 70 u 80 kilómetros por hora”, menciona en entrevista.
Existen más de 7,000 cruces ferroviarios a nivel dentro de las ciudades. “En caso de qué la Secretaría de la Defensa Nacional o la Secretaría de Marina presten el servicio (...) requerirán estudios adecuados para el diseño pertinente de la infraestructura del servicio de pasajeros. Independientemente de quien diseñe, quien construya y quien preste el servicio, el riesgo es el mismo si no se cuenta con los estudios adecuados”, dice Benjamín Alemán.
El decreto para la nueva meta presidencial tiene como justificación impulsar un transporte público menos contaminante y propone la puesta en marcha de trenes eléctricos, pero su realización luce lejana. Para ello, sería necesario modernizar las vías y eso supondría un reto para la operación ferroviaria actual con carga. Alemán explica que los trenes que transportan contenedores son a doble estiba, es decir, un contenedor sobre otro y alcanzan alturas considerables que interferiría con la red de electrificación. Lo mismo sucede con los trenes que transportan vehículos terminados.