El Registro Público de la Propiedad (RPP) invita a las y los habitantes de Ciudad Juárez a tramitar su Testamento Ológrafo, ya que al hacerlo se fomenta la cultura de dar certidumbre sobre el destino de los bienes de las personas, en vez de heredar problemas, señaló Karla Vergara Briseño, titular de la dependencia.

Un testamento ológrafo es un documento escrito a mano, en el cual el testador puede incluir todos sus bienes presentes o futuros como casas, dinero, alhajas, muebles o solo parte de ellos, sin importar el lugar de su ubicación y puede designar libremente quienes serán sus herederos.


Agregó que en esta ciudad, en lo que va del año han sido registrados 200 de estos importantes documentos, debido a que diariamente los ciudadanos realizan de 6 a 7 citas, sin embargo, en su mayoría solo acuden 5 personas a realizar el trámite.


Detalló que con un documento de esta naturaleza resulta de enorme valía debido a que en él se plasma la voluntad de quien lo signa, misma que tiene una validez legal.


Indicó que con ello se busca mantener la unión familiar y evitar problemas a largo plazo al contar con certezas ante el deceso, lo que evita conflictos póstumos.


La funcionaria mencionó que los únicos requisitos para poder hacer un Testamento Ológrafo son saber leer y escribir, así como sacar la cita en el Registro Público de la Propiedad.


Acto seguido deben escribir su testamento en dos hojas de puño y letra, lo más entendible que se pueda o pueden acudir a recibir asesoría jurídica a la dependencia donde un licenciado en derecho, les resolverá todas sus dudas antes de entregar su testamento.


Los interesados pueden agendar una cita vía telefónica al número (656) 629-33-20, extensión 55588, posteriormente se debe realizar el pago del Testamento Ológrafo en cualquier oficina de Recaudación de Rentas, que tiene un costo de 862 pesos y presentar dos copias de su credencial de elector vigente y original y una copia del acta de nacimiento.


Por último, en presencia de un abogado adscrito al RPP, se depositan los dos escritos en sobres diferentes, uno se lo lleva el interesado y el otro se queda en resguardo. El sobre que se lleve a casa no se debe de abrir, tachar o manipular.