Si bien en agosto un mayor número de empresas colocó deuda de largo plazo para sus operaciones o refinanciar sus pasivos en 75% mayor que julio, la actividad en el mercado todavía se encuentra muy por debajo de los niveles previos a la pandemia de covid-19.

Pero además, la cautela de los inversionistas se observa en demandar instrumentos de tasa fija para garantizar sus inversiones en un mercado que, aunque se aleja de la volatilidad, sigue vulnerable por la ausencia de un control global de la pandemia del coronavirus SARS-CoV-2.

Las empresas mexicanas van regresando paulatinamente al mercado de deuda de largo plazo pese a que el fantasma de las quiebras se ha hecho presente en firmas como AeroMéxico, Posadas o Famsa.

De hecho los analistas ven un mejor ambiente conforme Banco de México y la Reserva Federal estadounidense toman medidas para seguir ordenando a los mercados.

Ahora, en la lista hay varias empresas que, en la suma, pretenden vender bonos por más de 15 mil millones de pesos en septiembre.