El estrés, los horarios extenuantes, la inestabilidad o inclusive el acoso, pueden ser vistos como algo “normal” al interior de los centros de trabajo, y durante años,

en México fueron pocos los esfuerzos por erradicar estos aspectos que afectan directamente en la productividad y la salud del empleado.

En países de Europa, desde hace 20 años se han analizado los factores psicosociales que generan trastornos en la salud de los trabajadores, y a partir de ello, se generó una tendencia mundial para atender una problemática que poco a poco empezó a manifestarse.

En el país ya se presentó una nueva propuesta, que se incluiría entre las Normas Oficiales Mexicanas (NOM), ante el arribo de la industria aeroespacial y de capital externo, tomándose en cuenta estos factores, que en la industria mexicana no se habían contemplado anteriormente.

Así pues, se pretenden identificar y prevenir en los centros de trabajo, situaciones como las adicciones, obesidad, neurosis, hostigamiento u acoso laboral (mobbing), síndrome de burnout (cuando el individuo se siente abrumado o insatisfecho) o tendencias suicidas, derivadas del estrés por el ritmo o las exigencias en el trabajo.

El médico especialista en medicina del trabajo, familiar y psicoterapia, Melchor Palomares, señaló que con esta norma, se pretende poner en práctica la declaración de la Organización Internacional del Trabajo, para que las tareas que desarrolle el trabajador sean dignas, y que durante este proceso, el individuo pueda crearse y recrearse, sin abandonar los aspectos familiar, social, personal, profesional y económico.

“Si el valor del activo fijo y el valor agregado a la producción se incrementan, que no sea a expensas de la salud y de la vida de los trabajadores”, expresó el doctor, al mencionar el objetivo primordial de esta nueva norma.

Destacó que desde los tres órdenes de gobierno se impulsa la aprobación de esta norma, luego de que se realizaran foros de consulta y discusión por todo el país con empresarios, trabajadores, académicos y la comunidad en general para hacer el proyecto de la NOM 035.

Desde octubre de 2016 se presentó la propuesta ante la Cámara de Diputados, y de acuerdo a la ley, se establecieron seis meses para su análisis, por lo tanto, debe aprobarse o desecharse a finales del presente mes de mayo.

Palomares indicó que la propuesta de la Norma 035 va más allá del ambiente laboral, al considerar que los riesgos psicosociales están presentes también en la sociedad en temas como la violencia, y considera nuevas enfermedades que se derivan del uso de las tecnologías, como el “túnel del carpo” padecimiento que va incrementándose según registros estadísticos del Instituto Mexicano del Seguro Social, por la operación del “mouse” de la computadora, que atrofia carpo, metacarpo, falange, falangina y falangeta.

“En las empresas, es fundamental que tomen en cuenta las características individuales del trabajador, sus aspectos biométricos y psicosociales, y ver en el interior del proceso de producción, qué riesgos pueden generarse a partir de la interacción y políticas de las empresas, que puedan derivar en trastornos patológicos en el trabajador”, explicó el especialista.

En este proyecto de norma, también se contempla la elaboración de escalas valorativas del individuo, en función de los estereotipos que tienen que ver con la discriminación por sexo, por religión, entre otros: “lo que se pretende con esta norma, es que también los centros de trabajo, como sucede en las escuelas, sean laicas, que abran sus puertas a la diversidad, pues a pesar de ella, todos podemos convivir de manera pacífica, porque de lo contrario violaríamos un derecho humano”, dijo Palomares.

Finalmente insistió en el valor humano que tiene esta propuesta de norma, pues no solo es la simple cuantificación del ruido en los centros de trabajo, sino los motivantes o grados de satisfacción del individuo, frente al proceso de producción.