El combate judicial contra la corrupción política de César Duarte y Jaime Herrera Corral continúa en los tribunales federales. La audiencia constitucional en el juicio de amparo que interpuse y que se tramita en el expediente 667/2017 del Juzgado Sexto de Distrito en materia penal en la Ciudad de México,

tendrá una oportunidad a las once horas con siete minutos del próximo 17 de octubre, cuando se realice la audiencia constitucional decretada por el juez. Será la oportunidad para ofrecer pruebas que obliguen, con una sentencia federal, a consignar a los corruptos ante un juez competente para que se les siga una causa penal por los delitos que realizaron y que están impunes, cuando ocuparon el gobierno del estado, particularmente la Secretaría de Hacienda con la que se apalancó el negocio de un banco soportado en el peculado, el trafico de influencias y el abuso del poder. Este amparo tiene que ver con la histórica denuncia del 23 de septiembre del 2014, que desencadenó la lucha cívica contra la tiranía y que el gobierno de Javier Corral ha postrado en el olvido en un acto bochornoso y de deslealtad con los ciudadanos de Chihuahua. Unión Ciudadana, en cambio, con limitaciones y a contra corriente, mantiene en alto las banderas, conciente de que la batalla tarde que temprano se tendrá que ganar. El prófugo Duarte y el protegido Herrera Corral tendrán que sentarse en el banquillo de los acusados; así lo reclama Chihuahua, así lo respalda la ley y tarde que temprano la verdad prevalecerá. En la batalla contra la corrupción de un lado estamos los ciudadanos, del otro el poder de Enrique Peña Nieto y el procurador Raúl Cervantes, cómplice y compadre de César Duarte y en el que ahora, extrañamente, Javier Corral Jurado dice tener confianza, desconociendo que es ese procurador el que en el amparo del que hablamos ha negado, contra toda ley y la razón que exista, el acto que se le reclama y que consiste en obstruir el ejercicio de la acción penal contra los corruptos. No está de más subrayar que la justicia federal está ante un reto singular y que ya no puede, ni debe, mostrar lentitud a la hora de perseguir a los saqueadores del pueblo. En algunos países asiáticos a César Duarte y Jaime Herrera Corral ya los hubieran colgado de una soga; en Unión Ciudadana simplemente queremos que se les procese y castigue; no somos partidarios de la pena de muerte, pero sí de tres cosas esenciales: 1) Que se establezca un precedente contra la impunidad; 2) que se les procese y se les recluya en un penal para que paguen sus faltas con la privación de su libertad; y 3) que devuelvan, centavo sobre centavo, todo lo que le robaron a Chihuahua. No es poca cosa aunque a algunos ya les causa tedio la continuación de esta lucha que hace tiempo debió haber terminado si en México existiera Estado de derecho.