El rebote del peso mexicano se extendió a la sesión del viernes, impulsando una semana extraordinaria luego de la presión que vivió por los potenciales efectos de la ahora aprobada reforma judicial.

La moneda concluyó la jornada en 19.21 unidades por dólar, un avance de 1.5% respecto del día previo. En tanto, el índice dólar, o DXY, el cual rastrea el comportamiento de la divisa estadounidense frente a una canasta de seis monedas, bajó 0.26% a 101.11 unidades

La divisa marcó su tercera sesión positiva consecutiva, algo no visto desde el 16 de agosto, y además registró su primera semana de ganancias de las últimas cuatro.

El avance semanal, de 3.9%, fue el más acelerado desde finales de mayo de 2020, o hace más de cuatro años.

El mercado incorporó que la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, apostó por dar continuidad a los equipos principales en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y del Servicio de Administración Tributaria (SAT), lo que parece indicar continuidad en las políticas de recaudación y egresos del país.

El tipo de cambio continuó con la recuperación que inició justo después que fuera aprobada la polémica reforma al Poder Judicial, que la llevó a constantes bajas en semanas previas y a marcar su peor nivel en casi dos años.

“Continúa el rally de apreciación del peso”, escribieron Janneth Quiroz y André Maurin, analistas de Monex Casa de Bolsa, en un reporte. En el corto plazo “esperaríamos que el dólar se mantenga a la baja, considerando el ajuste de las expectativas de los mercados sobre la próxima decisión de la Fed, esperando una modesta agenda el lunes”.

La subida de la semana no fue suficiente para compensar el 6.7% que el peso perdió en el acumulado de los tres periodos anteriores, por lo que el peso solo recuperó su nivel del 23 de agosto, o hace 15 sesiones.

Particularmente el viernes la divisa se vio más influenciada por las recientes especulaciones sobre la política monetaria estadounidense.

El último día de la semana la apuesta del mercado de que el recorte de la Reserva Federal será de medio punto porcentual subió de 28 a 47%, de acuerdo con el seguimiento de expectativas de CME Group.

Las especulaciones fueron alimentadas en días recientes debido a una inflación al consumidor estadounidense que desaceleró y quedó en línea con lo esperado por los analistas.

A partir de ello el DXY cayó por segundo día seguido y no se ha despegado significativamente de su nivel más bajo en más de un año.

En tanto, el viernes Estados Unidos dio a conocer que los precios de importación presentaron en agosto su mayor baja en lo que va del año, mientras que la confianza del consumidor medida por la Universidad de Michigan quedó ligeramente por encima de lo previsto.

El peso podría continuar sensible a actualizaciones sobre los efectos de la reforma al Poder Judicial o a la discusión de otras propuestas del presidente Andrés Manuel López Obrador, como la desaparición de organismos autónomos.

Otros temas, como el diferencial de tasas, la debilidad económica local y la evolución de las campañas presidenciales estadounidenses también podrían ser relevantes en el comportamiento de la moneda.

La divisa mexicana lleva un retroceso de 11.7% en lo que va del año, lo que la coloca entre las ocho monedas emergentes de peor desempeño frente al dólar estadounidense, la tercera dentro de América Latina.