La lonchera debe proporcionar a los niños los nutrientes necesarios para un óptimo desempeño escolar y una buena salud.

El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Chihuahua recuerda a las madres y padres de familia la importancia de enviar a sus hijos a la escuela con una lonchera saludable, para que aprovechen la enseñanza y se mantengan en buen estado de salud.



La jefa de Prestaciones Médicas, doctora Alejandra Maldonado Burgos, refirió que, los menores necesitan contar, en su estancia en la escuela, con alimentos que proporcionen energía al cerebro y al cuerpo, tanto para las funciones cognoscitivas requeridas en el proceso de aprendizaje, como las necesarias para su desarrollo físico.



Indicó que, los mismos grupos de alimentos del “Plato del Buen Comer” (verduras, frutas de temporada, proteína con bajo contenido en grasa, un cereal de grano entero o integral y agua simple), deben incluirse en el almuerzo y en el refrigerio.



Comentó que, lo ideal tanto para menores como para adultos, es alimentarse cuatro o cinco veces al día, con porciones pequeñas, para que el organismo las pueda utilizar, a través de la actividad continua.



“Un refrigerio escolar debe contener una porción de fruta (manzana, pera mediana o media taza de otra fruta picada), 100 gramos de verdura, una rebanada de pan (cereal) con otra de queso, jamón de pavo o atún (proteína) y agua simple, fundamental para evitar el consumo de azúcar en jugos o refrescos, para evitar sobrepeso u obesidad”, señaló la doctora.



La jefa de Prestaciones Médicas recomendó:

Lavar bien las manos antes de preparar los alimentos.

Desinfectar frutas y verduras.

Poner pequeñas porciones: medio sándwich, medio burrito, tres galletas (no el paquete completo).

Tomar agua de frutas de temporada en vaso con tapadera antiescurrimientos.

Programar el lunch de la semana para no improvisar.

Evitar alimentos industrializados como: frituras y jugos.

Lavar el vaso y la lonchera al regreso a casa, todos los días.

Utilizar recipientes prácticos o bolsitas.

No deben pasar más de 5 horas entre las comidas principales (el desayuno, comida y cena).

Para los refrigerios de 2 ½ a 3 horas.

Los del turno vespertino desayunan a las 8:00 am; a las 12:30 su comida y entre las 6:30 o 7:00 pm su cena. Y no debe olvidar ponerles su lunch. Dormirlos temprano, a las 21 horas a más tardar.

Tomar una siesta de 15 a 60 minutos para recargar pila, reposar la comida y descansar, si hay oportunidad.

Incluir en el desayuno, leche 150 ml, una ración de proteína (huevo, res o 30 gramos de pollo), una ración (una taza) de verdura, una a dos de cereal (pan, tortilla, avena) y una fruta.