La inflación en México retomó su tendencia a la baja en agosto, en línea con lo esperado por algunos analistas e incluso por las autoridades monetarias del país

una situación que favorece las expectativas de la adopción de una política monetaria menos restrictiva en lo que resta del año.

El Índice Nacional de Precios al Consumidor del país avanzó 0.01% mensual en agosto, lo que representa el incremento más modesto para un periodo similar en los últimos cinco años, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía.

“La variación mensual del INPC respondió, en gran medida, a que los mayores precios de mercancías alimenticias y vivienda fueron parcialmente compensados por la caída significativa en precios de frutas y verduras”, escribió el equipo de analistas de Citibanamex, en un reporte.

Las mayores presiones inflacionarias en el mes provinieron del componente de alimentos, con alzas de 18.16% mensual en el limón, de 14.20% en la piña, de 9.50% en la uva, de 5.13% en el durazno y de 4.65% en la papa y otros tubérculos, entre otros.

Por el contrario, los productos que más bajaron en el mes fueron el chayote con una caída de 61.07%, los ejotes con una baja de 20.78%, el chile serrano con 17.44%, el tomate verde con 16.82% y el chile poblano con 15.33%.

En su comparación anual, la inflación reportó un incremento de 4.99% frente a agosto de 2023, con lo que cortó una racha de cinco meses al alza, de acuerdo con los datos de Inegi, que es el órgano responsable de recabar la información económica y social del país.

El desempeño de la inflación quedó por debajo de las expectativas de un incremento de 0.07% mensual y de un avance de 5.07% anual que esperaban los analistas encuestados por Infosel.

El consenso de los analistas sigue esperando que la inflación pierda fuerza, aunque algunos factores como la reforma en materia judicial, la reciente depreciación cambiaria y hasta la proyección de los precios de los combustibles pudieran hacer que ese proceso sea menos lento de lo anticipado.

“El impacto del mal tiempo se está aliviando gradualmente, lo que reduce las presiones al alza sobre el componente no subyacente, pero ahora el impacto podría provenir de un aumento en el precio de la gasolina al reducirse a cero el subsidio al IEPS durante las últimas semanas”, escribió Jonathan Zuloaga, economista en jefe de la firma de asesoría Columbus Asesores Patrimoniales, en un reporte.

Por su parte, el componente subyacente de los precios, o aquella medida que excluye los cambios en productos altamente volátiles, como energéticos y agropecuarios, creció 0.22% mes a mes y tuvo un repunte de 4% frente a agosto de 2023.

En este caso, el desempeño de los precios subyacentes prácticamente igualó las expectativas de un incremento mensual de 0.23% y de un avance anual de 4% esperados por los analistas encuestados.

La mayoría de los analistas y agentes financieros espera que la Junta de Gobierno de Banco de México decida aplicar un recorte adicional de la tasa de interés de referencia nacional, de 10.75 a 10.50%, gracias al respiro de la inflación y a la debilidad observada recientemente en la economía.

“En nuestra opinión, este dato respalda otro recorte de 25 puntos básicos el 26 de septiembre. A pesar de los riesgos de volatilidad cambiaria con las controvertidas reformas que se están votando, creemos que los datos entrantes continúan favoreciendo condiciones monetarias más flexibles”, escribió por su parte el equipo de analistas de Morgan Stanley, en un reporte. “El balance de riesgos para la inflación se está volviendo más favorable y ahora tenemos más evidencia de que la economía mexicana se está desacelerando”.

Hace un año, en agosto de 2023, los precios al consumidor crecieron 0.55% mes a mes y aumentaron 4.64% año a año.