El 4 de abril de 2024 cientos de delegados elegirán, en Hermosillo, Sonora, al candidato a la presidencia de la república por el recuadro blanco; no será una candidatura testimonial ni tampoco marginal sino una candidatura que representa anhelos y demandas sentidas de millones de familias mexicanas;

así seremos testigos de esta aventura que forzará a las candidatas institucionales a poner en la agenda nacional uno de los problemas más graves del país; la vivienda.
La dirección de este novedoso movimiento no va a caer en el teatro de encuestas, memes, o frivolidades de las candidatas institucionales que representan la degradación política en el país; es decir ni siquiera se le va a mencionar o tratar de hacerlo lo menos posible porque estamos tomando en serio el reclamo de millones de familias mexicanas.
Es cierto, van sin recursos, sin publicidad en los medios de comunicación, pero están seguros de que millones de boca en boca van a impulsar su candidatura, que al final de la jornada electoral y después de los resultados, aseguran, darán otra sorpresa.
Este conglomerado que impulsa la candidatura a la presidencia anhela que viejos militantes de la izquierda socialista los acompañen y se integren, pero no solo ellos sino además múltiples organizaciones sociales que luchan por la vivienda y miles de asociaciones civiles y sociales que fueron marginadas en el actual sexenio, cuya modificación a la Ley de asociaciones civiles no solo le retiraron cualquier apoyo, sino que las obligaron a un régimen fiscal como si fueran empresas privadas o comerciales; es decir, toda una estrategia para desaparecer esta figura de participación ciudadana o colectivos autónomos, y así impulsar la vocación neoliberal de la individualización o fragmentación social.
La candidatura impulsada por asociaciones civiles, entre otras, como es el caso de Central Unitaria de Vivienda (CUV AC) es un golpe a las posiciones individualistas y autoritarias y demuestra la voluntad de agruparse independientemente de las decisiones de los gobernantes; pero además con demandas legítimas como es el caso de la vivienda.
Los ejes básicos de esta campaña son la solución a millones de viviendas abandonadas e invadidas, el cambio a los créditos impagables, un nuevo marco para el programa Aliados por la vivienda, y las modificaciones que impiden la liquidación del crédito hipotecario del Infonavit.
El impulso a una nueva modificación a leyes de bienes vacantes y de arrendamiento, así como un nuevo marco para la participación ciudadana, ya sea asociaciones u organizaciones civiles.
El llamado es que las más de 41 mil OSC que conforman el Registro nacional se integren a dicha candidatura, ahí se encuentran organizaciones agrarias, artísticas, ambientalistas, culturales, urbanas, etc.
El rezago social en vivienda, la no certeza jurídica de millones de familias y el desorden urbano y especulativo, son elementos que fortalecen esta candidatura, ya que está respaldada en reclamos reales.
Sin duda esta candidatura dará de mucho que hablar en estos escasos meses de campaña y aseguran que no será testimonial, hay elementos para pensar que así será.
El 4 de abril de 2024 sabremos quién será el abanderado.
César Del Pardo Escalante