El envío de recursos de los trabajadores residentes en el extranjero a sus familiares en México volvió a desacelerar en febrero, como suele ocurrir al arranque de cada año y en sintonía con el desempeño mostrado por otros indicadores económicos, pero incluso así se ubicaron en niveles récord al compararse solo con cada segundo mes.

El país captó cuatro mil 510 millones de dólares por concepto de remesas, la menor cantidad en los últimos 12 meses, de acuerdo con datos reportados por Banco de México.

Un reflejo de esta desaceleración es que los recursos provenientes en su mayoría de Estados Unidos se han quedado por debajo de la marca de los cinco mil millones de dólares en tres de los últimos cuatro meses, lo que contrasta con la tendencia observada durante gran parte de 2023.

No obstante, el monto de remesas que llegaron a México en el segundo mes del año estuvo 3.7% por encima de lo recibido en el mismo lapso de 2023, lo que representó su avance 46 consecutivo --como parte de una racha que inició en mayo de 2020-- y el mejor de los últimos cuatro meses.

Además, el monto reportado fue el más alto para un febrero desde 1995, cuando comenzó a recabarse esta información.

Los ingresos por remesas “se originaron de 11.7 millones de transacciones, con un envío promedio de 384 dólares”, dijo el Banco de México, en un comunicado.

En términos acumulados, el valor de los ingresos por remesas durante el primer bimestre de 2024 se ubicó en nueve mil 85 millones de dólares, un incremento anual de 3.4% frente a los ocho mil 783 millones reportados entre enero y febrero de 2023.

Si bien los flujos de remesas suelen moderarse al comienzo de cada año, los economistas advirtieron que hay indicios de una ralentización más prolongada, pues desde noviembre del año pasado promedian alzas anuales de 2.6%, después de crecer 8.9% en promedio durante los primeros 10 meses de 2023. Antes de eso registraron fuertes repuntes a doble dígito, principalmente por las transferencias y estímulos del gobierno estadounidense durante la pandemia de covid-19, a lo que siguió un periodo de recuperación económica que también benefició a las remesas.

“Entre noviembre de 2023 y febrero de 2024, las remesas tuvieron muy bajos incrementos, inclusive con el riesgo de romper la actual racha de aumentos”, dijo Juan José Li, economista senior de BBVA Research, en un reporte.

El experto agregó que los flujos de migrantes indocumentados de México hacia la Unión Americana se mantienen en niveles elevados, por lo que la desaceleración en los envíos de dinero desde el país vecino posiblemente se explique por otras causas.

Una de las razones, por ejemplo, podría ser el repunte del desempleo en Estados Unidos, que en febrero pasó de 3.7 a 3.9%, mientras que para la población hispana y latina se ha mantenido en 5% desde finales del año pasado, de acuerdo con el reporte de la nómina no agrícola.

A ello se suma un entorno de inflación aún elevada y tasas de interés en máximos de más de dos décadas, lo que poco a poco está pesando sobre el crecimiento de la economía y la capacidad de gasto de la población.

Por su parte, el monto en pesos de las remesas, que es como se gastan en el país los recursos enviados por los trabajadores que viven en el exterior, alcanzó un total de 77 mil 132.7 millones, lo que estuvo 4.8% por debajo de febrero de 2023 ante una mayor fortaleza del peso mexicano frente al dólar.

Si se considera también el efecto de la inflación, entonces las familias mexicanas recibieron 8.8% menos recursos que hace un año, de acuerdo con BBVA Research.

La moneda nacional se ubica actualmente en niveles no vistos desde diciembre de 2015 o hace poco más de ocho años. Su apreciación frente al dólar ha provocado caídas en el valor de las remesas durante 12 meses consecutivos, en términos anuales.