La Junta de Gobierno de Banco de México mantuvo la tasa de interés objetivo del país en 11.25%, en una decisión que era esperada por los analistas y agentes financieros del mercado, ante el progreso gradual observado en la inflación a lo largo del año.

El Instituto Central acumuló así seis reuniones sin mover la tasa de referencia, después de un ciclo alcista que se prolongó por casi dos años y que llevó el interés a su mayor nivel desde el año 2008, cuando empezó a utilizar este instrumento como principal herramienta de política monetaria.

La decisión fue tomada mediante el voto unánime de todos los integrantes de la Junta, quienes reiteraron que el panorama para la inflación ‘sigue implicando retos’, por lo que las tasas deberán permanecer en el nivel actual ‘por cierto tiempo’.

“La Junta de Gobierno vigilará estrechamente las presiones inflacionarias, así como todos los factores que inciden en la trayectoria prevista para la inflación y en sus expectativas”, dijo el Banco Central, en su comunicado. “Considera que, para lograr la convergencia ordenada y sostenida de la inflación general a la meta de 3%, será necesario mantener la tasa de referencia en su nivel actual por cierto tiempo”.

Así mismo, los integrantes de la Junta elevaron su pronóstico para el desempeño de la inflación en el país al cierre del próximo año, así como el del índice subyacente, que es aquel que descuenta los precios de productos altamente volátiles, para 2023 y 2024, pues espera un descenso más gradual en los componentes de mercancías alimenticias y servicios.

En el caso del nivel de inflación previsto para el siguiente año, el pronóstico se ajustó de 3.4 a 3.5%, mientras que las proyecciones de inflación subyacente se ajustaron de 5.3 a 5.4% para el cierre de 2023 y de 3.3 a 3.5% para 2024.

Por su parte, el estimado de inflación para el último trimestre de este año permaneció en 4.4%.

De acuerdo con la encuesta quincenal más reciente elaborada por Citibanamex, la mayoría de los economistas consultados prevé que la tasa de interés de referencia comience a bajar hacia el primer trimestre del año próximo.

La minuta de la reunión de noviembre mostró que algunos miembros de la Junta coinciden en que la tasa de referencia podría empezar a bajar en los primeros meses de 2024, por medio de un ‘ajuste fino’ que no necesariamente implica el comienzo de un ciclo de recortes con bajas consecutivas.

“Pudiéramos iniciar esta discusión de una posibilidad de disminuir las tasas para nuestras reuniones de inicios del próximo año”, dijo la gobernadora Victoria Rodríguez, en conferencia de prensa a finales del mes pasado.

No obstante, la funcionaria reconoció que hay incertidumbre sobre cómo y con qué magnitud se llevará a cabo el proceso de reducción de tasas, pues la tarea de control de precios no está concluida.

En noviembre, la inflación frenó nueve meses a la baja y creció 4.32% a tasa anual, sobre todo por los repuntes en los productos más volátiles dentro del índice no subyacente, aunque al mismo tiempo anotó su avance más modesto para un penúltimo mes desde 2020. La inflación subyacente, por su parte, siguió descendiendo y creció 5.30% año a año, su menor nivel desde octubre de 2021.

Pese a los avances para reducir la inflación frente a los máximos que se registraron el año previo, la Junta advirtió que sigue en niveles elevados, por lo que el balance de riesgos mantiene un sesgo al alza.

Para los economistas, la labor de control de precios está ahora en su momento más desafiante, por lo que el Banco Central buscará conservar una postura restrictiva durante 2024, incluso aunque inicie con recortes graduales en el primer trimestre.

“La decisión de hoy refuerza nuestra creencia de que el banco no empezará a recortar las tasas hasta marzo de 2024, a un rango entre 9 y 9.5% a finales de año”, dijo la mesa de análisis de Grupo Bursátil Mexicano o GBM, en un reporte. “Creemos que intentará mantener una postura restrictiva a lo largo del próximo año, dado que la última parte de su lucha contra la inflación persistente será la más dura, mientras que las presiones de demanda tanto para la inflación subyacente como para la no subyacente podrían persistir”.

A la persistencia de la inflación se suman otros factores, como el sólido crecimiento económico del país que incluso podría estar cerca de 4% este año, así como la política fiscal procíclica en el último año de gobierno de Andrés Manuel López Obrador, lo que para algunos miembros de la Junta vuelve aún más incierto el panorama y refuerza la necesidad de mantener una actitud de prudencia.

“Hacia delante, el compromiso de lograr la consolidación fiscal a partir de 2025 representa un enorme desafío adicional”, dijo la subgobernadora Irene Espinosa, en la explicación de su opinión disidente sobre el comunicado de noviembre. “Considero que debemos mantener la prudencia y cautela en nuestra comunicación y evitar adelantarnos en modificar la guía prospectiva, ante el elevado nivel de incertidumbre sobre la trayectoria descendente de la inflación”.