.- A 8 semanas de iniciado el confinamiento obligatorio por la Pandemia del Covid-19, los apoyos del gobierno para soportar la cuarentena, no llegaron a la mayoría de las colonias periféricas y rancherías. María Acacia Vázquez Palma, de El Divisadero, colonia del sur de la ciudad de Chihuahua, reclama la nula atención de los respectivos gobiernos. “Si ya se acabaron los programas, pues que abran otros”.

Ella fue una de los participantes en la protesta que realizaron los antorchistas frente al Palacio de Gobierno, el miércoles, para demandar que se aplique un programa de abasto de alimentos para las familias más desprotegidas de la entidad.


“Necesitamos alimentos para dar a nuestras familias, necesitamos que los gobiernos nos ayuden, nos apoyen; que si ya se acabó este programa, pues que abran otro, y que si esta lista ya no entra, pues ahí está la necesidad, que no se hagan como que con lo poquito que han repartido es suficiente, eso no es así, y eso lo sabemos nosotros muy bien porque estamos en esta situación desde hace ya más de dos meses”, argumentó, replicó y reclamó esta mujer de la clase trabajadora.


María Acacia se refería a un programa que tiene o tenía el DIF Estatal de Chihuahua, que consistía en que a quienes se registraran les iban a depositar 500 pesos en una tarjetita cada mes, pero que ahora que los antorchistas les trajeron las listas que aquí les pidieron, pues el mentado programa ya no existe. Así les dijeron.


Para estas personas, representantes del pueblo pobre de Chihuahua, habitantes de colonias y de comunidades con carencia de servicios públicos como el agua potable, que es reconocida como indispensable durante la pandemia para lavarse todo el día las manos y la cara y para asear y desinfectar la casa; para ellos, no existe una respuesta concreta al clamor de que se proteja la vida de sus familias.


Algunos de ellos piden, otros exigen, pero todos ellos reflejan la situación tremenda que viven los trabajadores, y todos coinciden en que el gobierno federal y el del estado, deben intervenir pero ya, de manera urgente, para que se auxilie con alimentos o dinero a las miles de familias sin empleo y sin ahorros, para que puedan permanecer otras semanas en sus hogares, mientras que pasa el contagio y sus peligros.