De cantina de barrio a emblema nacional, han pasado 92 años desde su fundación y ha sido refugio de presidentes, boxeadores mercaderes, diplomáticos, funcionarios públicos luchadores, de artistas y naturalmente de la bohemia nacional que bajo el grito de vámonos al Tenampa, han llenado una gran parte de la historia nacional.

Sus paredes, en donde están las efigies, de lo más granado del folklore mexicano, añoran los gritos estentóreos de la legendaria Chabela Vargas, quien desde su rincón favorito, junto con José Alfredo Jiménez, solicitaba a su manera servicio: ora cabrones, sírvanos otro tequila, que creen que no tenemos para pagar

Las horas pasaban y los tragos seguían, de esta forma nació “Mi Tenampa” canción emblemática del lugar escrita por José Alfredo Jiménez, que revela: Cual cariño es el que dices, que te dí con toda el alma, cuando abriste tú conmigo Las persianas del Tenampa. Tú qué sabes de parranda, Tú que entiendes por pasiones, Tú cuando oyes un mariachi, ti comprendes sus canciones.

Chabela Vargas, la última vez que asistió llegó en silla de rueda y a pleno luz del sol, cada vez que estaba en México acudía al Tenampa. Joaquín Sabina, uno de sus últimos acompañantes, en una de sus canciones señalaba:, “El mismo octubre rojo, / tan marchito, / tan deudo de la piel de la canela, /Tenampa hablaba a gritos de Chavela”, el Tenampa no es lo mismo sin ti.

Cada esquina, del multicolor recinto adornado con papel picado, guarda un recuerdo muchos de ellos de los años 40as, año en que el presidente Làzaro Cardenas ordenó el cese de intimidaciones de la policía a los mariachis de la plaza, y se levanta Garibaldi en todo su apogeo, y obvio el Tenampa, que aparece en películas de Pedro Infante, Cantinflas y Tin Tan entre otros.

Juan Hernández fundó el Tenampa, de manera oficial, el 22 de noviembre de 1925, con el objetivo de traer una parte de Cocula, Jalisco, a la Ciudad de México. Únicamente se servían platillos del occidente del país, birria, tostadas, tacos y enchiladas; mientras el Mariachi de Cocula y el Reyes tocaban. Desde entonces, Amalia Díaz, esposa del dueño, preparaba la bebida que hoy ya es una especialidad de la casa: ponche de granada..

“En esa mesa, señala hacia la entrada don Francisco Sánchez, quien empezó hace 40 años a trabajar como “Mil Usos” y que ahora se ha convertido en un “Asisten Coach” de los dueños y un historiador de primer nivel, quien narra que una ocasión llego Luis Miguel acompañado de uno de los hijos del ex presidente Miguel Alemán, y que éste al reconocer a otros amigos que degustaban, dejó solo en la mesa al “sol”, detalle inusitado.

--Cuál fue el primer artista que conoció dentro de su trabajo y qué impresión le dio?

“Definitivamente María Félix, su elegancia, siempre fumando con su pipeta, su voz, su don de mando y aunque usted no lo crea su sencillez, porque saludó a quien se le acercara, no así Irma Serrano, “La Tigresa”, que cuando venía con don Alejo Peralta, prácticamente nadie se le acercaba porque era muy selectiva en sus saludos.”

“Conocer a personajes del medio artístico internacional como Almodovar, Oscar de la Renta es agradable, sin embargo el tratar a políticos e incluso presidentes es de las satisfacci0ones que me han dejado mayor sabor de boca, por el conocimiento que y el trato de las personas como fue el caso de Alan García, presidente de Perú, que estuvo en dos ocasiones aquí, y en una hasta cantó.”

“Quien en diversas ocasiones estuvo aquí con personajes del cuerpo diplomático, fue Porfirio Muñoz Ledo y salían muy tarde, pero quien me ha dejado impresionado por su sencillez, a pesar de que sólo estuvo corto tiempo, fue el presidente de España José María Aznar, un hombre con una gran personalidad y sencillez.”

Aquí se ha visto de todo, desde el arribo inesperado de Felipe Calderón, acompañado de Luis Felipe Bravo Mena, quienes comieron, se echaron unas y se fueron, hasta “pelear” contra José Angel “Mantequilla“ Nápoles porque se negó a pagar la cuenta, a raíz de ahí se me ordenó no darle el servicio y fue penoso que en otra ocasión se le negara atenderlo aun cuando estaba acompañado de su esposa.

Y nada más él ha dejado de pagar la cuenta?

“Si nada más él, porque el “Toluco” López” “Finito” López, Carlos Zárate JC Chavez, Ultiminio Ramos, y hasta Rubén Olivares, siempre han sido pagadores, lo mismo que los luchadores, como “el “Perro” Aguayo, El Solitario, Dr, Wagner, Ray Mendoza, los Villanos entre otros. “

Don Francisco cierra los ojos y esboza una sonrisa al recordar que sólo una vez hubo un problema con un luchador que no recordó el nombre, algo le dijo el mesero que se para y ya lo andaba ahorcando, pero no paso a mayores, sus demás compañeros lo calmaron.

-Y porque no hay una pintura individual de Jorge Negrete?

Ahí si no sé, pero lo que sí le puedo decir es que “El Tenampa” ha sido “la casa” de todos los mejores cantantes de ranchero, tanto como clientes como con actuaciones en diversos aniversarios y hay anécdotas como la de Lucha Villa, que era una mujer tímida, se parecía mucho a la de su personaje en Lagunilla mi Barrio”, dijo don Francisco.

Incluso, las malas lenguas aseguran que para que saliera a cantar se debía de tomar varios aperitivos tequileros, y eso no era precisamente para afinar la garganta, eso lo pudimos constatar cuando se presentó en un aniversario. Pero eso si por aquí han pasado, María de Lourdes, Jorge Negrete, Miguel Aceves, Agustín Lara, Pedro Vargas, Enriqueta Jiménez, Lola Beltrán, Amalia Mendoza “La Tariacutri”, que junto con las hermanas Huerta se aventaban su “Palomazo”, entre otros.

-Porque sacaron a Cornelio Reyna del Tenampa?

“Ja ja , no lo que pasa es que es el título de una canción poco conocida de Cornelio, quien me brindo su amistad, a la letra dice: cuantas veces me han sacado del Tenampa, ya bien borracho y con un nudo en la garganta, voy por la calle cantando mis canciones, en el Tenampa se recuerdan muchas cosas, y los mariachis son los amos y señores, te tomas cuatro, cinco, veinte o treinta copas y las canciones te recuerdan tus amores.”

Pero nunca lo sacamos, por el contrario cuando murió aquí se le iba a hacer un homenaje, pero por el exceso de gente se hizo en el Museo del Tequila, por cierto una cantante que si nos quedó a deber fue María Lourdes, que gran señora, nos prometió una foto suya, pero desgraciadamente murió en Holanda.

Y que me dice de Juan Gabriel?

Vino muy poco, pero le tenemos su cuadro en grande, por cierto que una semana completa después de su muerte, “El Tenampa” estuvo lleno y todos querían la mesa en donde está su fotografía, sin lugar a dudas fue un fenómeno musical, dijo el entrevistado.

Bien, pues nada más nos queda recordar la sabia recomendación de ese gran compositor que era José Alfredo Jiménez que decía: Yo me paro en la cantina, Y saludo de las ingratas. Hago que se sirva vino Pá que nazcan serenatas,. Y una vez ya bien servido, voy a rumbo del Tenampa, y ahí me agarro a mi mariachi y a cantar con toda el alma.