El hallazgo de restos de lo que posiblemente fuera un espécimen de alguna de las variaciones de proboscídeos, existentes durante el pleistoceno, que se extiende desde hace unos 2 millones de años hasta hace unos 10 000 años, en el arroyo El Cuervo ubicado dentro de Rancho Borjas en la municipalidad de Guerrero, quedó empañado por el saqueo.

La denuncia del descubrimiento de “un esqueleto de mamut” llegó a al INAH el martes 13 de febrero, junto con fotografías y vídeos, que circularon en redes sociales en los que se confirmaba la presencia de fragmentos óseos.


Fue el jueves 14 de febrero que personal del INAH encabezado por el arqueólogo Enrique Chacón y Fernando Peña, jefe de resguardo de bienes culturales del INAH, se trasladaron hasta el lugar, encontrando solamente 4 fosas de excavación precaria y algunas astillas de hueso minúsculas, el lugar había sido saqueado y destruido el entorno de los restos óseos.


Es por ello que no se pudo determinar a qué especie pertenecían o su edad, aunque el arqueólogo Enrique Chacón, cree que se pudo tratar de un espécimen de Gonfoterio, emparentados con los elefantes actuales, que vivieron entre el Mioceno y el Holoceno, desde hace 12 millones hasta hace unos 10 mil años.


La extracción ilegal de este material paleontológico, pudo haber sido, de tres piezas: dos huesos largos y un molar; que fueron los único que se pudieron apreciar en las fotografías y el vídeo que circuló en redes sociales.


Actualmente el Instituto Nacional de Antropología e Historia elabora el dictamen oficial de la atención a este suceso, por su parte la autoridad municipal resguarda el sitio posterior al saqueo y llama a la denuncia pública de quien pueda tener información sobre el paradero de los restos robados, recordando que para este tipo de delitos se prevén de 3 a 9 años de cárcel y multas que van de 2 mil a 3 mil días de salario mínimo.