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LISBOAPor LUIS VILLEGAS MONTES, 2025-10-10 16:06:29
Pues bien, ya llegué, ya estoy aquí, en Lisboa; cuando escribo estas líneas, llevo tres días en esta ciudad y a mi blog agrego una cuantas fotografías. ¿Qué me ha parecido? Me gusta, mucho, quizá porque no había estado aquí. De alguna manera, me recuerda Praga: hay muchos, muchos, muchos edificios, públicos y privados, en reconstrucción. Habría que recordar que tras la “Revolución de los Claveles” (en 1974), un golpe militar pacífico puso fin a la dictadura; ahí empezó la democracia, se dice; en mi modesta experiencia y tras una brevísima vuelta por algunos países ubicados detrás de la antigua “Cortina de Hierro” (Bulgaria, Rumania, Hungría), me queda claro que los países víctimas de una dictadura suelen tener una arquitectura característica; a saber, si hubo una época de esplendor, esta empieza a decaer en forma inmediata y a ser sustituida, en el mejor de los casos, por unas “cajas” horribles y un arte espantoso que reniega, desde el fondo del alma, de aquella sentencia célebre de Borges relativa a que una condición intrínseca del arte es que es ficción; es decir, el realismo socialista es un simulacro monumental (ahí está ese espantajo que es Cuba, donde he estado dos veces, y puedo decir sin lugar a dudas que la decadencia y la desgracia se respiran por cada poro… propio y ajeno). He estado en Praga varias veces, en todas, se veían grúas enormes que restauraban inmuebles de toda laya; la arquitectura soviética no hizo nada por la hermosa ciudad, apenas sí, destruir su antiguo esplendor y pretender sustituirlo por inmuebles feos, feos, feos. Un día, no sé cómo ni porqué, empresas extranjeras (alemanas, creo) que olfatean oportunidades económicas (imagino que el turismo, la ciudad es hermosa, repito), empezaron a reconstruirla y Praga está a punto de renacer. Yo quiero volver un día de estos, nada más para no ver tanta red de protección, tanta máquina y tanta grúa. Pues no sé por qué, pero me acordé de Praga recorriendo Lisboa; empero, como ése no es el quid de este espacio, no hay fotos sobre ello; lo que sí hay, es un montón de fotos de este trompudo que les está escribiendo. Quienes me han leído en el pasado saben que jamás, jamás, he publicado imágenes que detallen los viajes que he hecho; me parece una soberbia sandez, por ejemplo, tomarle fotografías a la comida que voy a consumir y, en general, la gente que publica selfies o fotografías cuando trabaja, me parece profunda, absoluta y definitivamente estúpida; mi única justificación es que no estoy, ni estaba, trabajando; y que quería transmitir el gozo de este viaje que, sin duda, tiene algunas particularidades que lo caracterizan; la principal, es que ésta es la primera vez, en los últimos tres años, que vengo a un lugar que no conocía. Estoy harto de oficiar de guía de turistas. Me encantan, amo, Madrid, París, Roma, Viena, ¡Praga!, pero ya chole. Estoy feliz y pretendo seguir así; mañana, hoy, cuando usted me esté leyendo, iré en tren con rumbo a Oporto; continúa mi aventura y sí, primera y última vez, prometo enviar fotos. Concluyo con una digresión: algunas de las fotos, que usted podrá consultar en mi blog refieren algunas singularidades; hay alguna que deseo destacar, tomada en la Iglesia de Santa María de Belém, más conocida como la Iglesia de los Jerónimos (el templo está consagrado a la Virgen María); su nombre completo es: “Igreja de Santa Maria de Belém”; la foto de la veladora es la que adquirí, y encendí, en memoria de Lola, mi mamá; ella lo sabía, y lo sabe, a donde voy, siempre, siempre, siempre, que entro a un templo, enciendo una veladora en su memoria (cuando estaba viva, en su honor). Enciendo una vela y pido un deseo. Eso me lo explicó ella (¿o mi abuela?): cuando llegues a un templo que no conoces, prende una vela y pide un deseo porque éste, sin duda, se habrá de cumplir, ¿será? Habrá que ver; me imagino que debe haber un titipuchal de personas que estarían más conformes con que mis deseos no se cumplan. Por cierto, ya que se me pase el júbilo, habrá que platicar sobre el Tribunal Estatal Electoral en Chihuahua; esa porquería que no tengo muy claro para qué sirve y para qué no, porque lo que es para tutelar los derechos político-electorales de la mujer, funciona para un carajo. Contácteme a través de mi correo electrónico o sígame en los medios que gentilmente me publican, en Facebook o también en mi blog: https://unareflexionpersonal.wordpress.com/ Luis Villegas Montes. [email protected], [email protected] ![]() ![]() |
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