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LA SOLEDAD HUMANAPor LIC. FRANCISCO FLORES LEGARDA, 2025-09-27 02:55:32
“Soledad es no saber estar consigo mismo Jodorowsky Comúnmente, la soledad es el aislamiento de los demás. Así entendida, conlleva que nuestro pensamiento como orden y medida de todas las cosas nos lleve ante situaciones en que existe una pérdida de sensibilidad por nuestro modo de pensar que, de alguna manera, queda desvirtuada por opiniones sobre cosas sin garantía ni validez; asimismo, ideas sobre cosas que, posiblemente, no conocemos, sino las imaginamos, con independencia del objeto que nos hace creer en ellas, aunque sean falaces y nos lleven a algo que no está presente, palpable, procedente de la experiencia, que a veces nos juega una mala pasada cuando son fantasías. No hablamos de una pérdida de la sensibilidad ante lo que nos rodea, sino de la indiferencia de los que nos observan, salvo los supuestos de los autosuficientes que conllevan la imposibilidad de relacionarse con los demás, pues su aislamiento está en la sapiencia. La soledad de que hablamos supone la búsqueda de formas diferentes de comunicación, que supone la participación recíproca o la comprensión de los demás. La soledad resulta ser un fenómeno social que en el solitario produce inseguridad consecutiva que le lleva al infortunio y a la desesperación. La soledad conduce al sujeto a vivir de forma ignominiosa, pues no entiende qué pasa, lo seguro puede ser inseguro aun sabiendo que es capaz por sí mismo de dilucidar. Otro fenómeno del solitario es el futuro, porque en la mayoría de los casos son menesterosos, deambulan por las calles y cuando se cansan se apoyan en un portal y extienden la mano para si alguien le da una limosna y, entre limosna y limosna, habla de algo que ni él sabe y la gente no le entiende. Todo ello conlleva inseguridad y desesperación, se ha paralizado, solo vive el momento, su realidad palpable, un día más donde le quieran llevar, es un ser impotente y, con ello, nos vamos acercando a la aceptación de lo que se es, a la realidad que descubre como posibilitante de su propia razón, aquí la voluntad pierde apetencia, sensible el deseo conforme a la razón, el apetito racional, la facultad de afirmar o negar se queda sin sentido de la auténtica realidad humana. La soledad hay que sentirla porque tiene sus propias estructuras, sus leyes, sus significados y, por tanto, el que se halla en esa situación la asume consiente de que es una forma organizada de la vida humana. Como ha señalado Sartre (1983: 131), "una emoción remite a lo que significa o pensar lo que significa la totalidad de las relaciones de la realidad humana con el mudo". Ciertamente, lo que ordena la emoción es su percepción en nosotros porque somos nosotros los que buscamos soluciones ante los problemas. Si fracasamos, nos irritamos, entre la búsqueda y la irritación se intercala la conciencia. Las emociones han sido consideradas a lo largo de la historia como el aspecto negativo de la razón humana, posiblemente porque distorsiona muchas patologías mentales. De este modo ha prevalecido el controlar las emociones a través de la razón. Salud y larga vida Profesor por Oposiciòn de la Facultad de Derecho de la UACH. X profesor_F ![]() ![]() |
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