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MAS POBREZAPor PEDRO FLORES LINARES, 12/12/2024 01:23
Mientras la Macroeconomía del país esté débil, la microeconomía, o sea lo que utilizan los ciudadanos, no estará pobre, estará paupérrima, que según el Diccionario De la Real Academia quiere decir que a pesar de los aumentos en el Salario Mínimo y en la Tarjeta Bienestar la población en general estará desnutrida, hambrienta, necesitada, insolvente, empobrecida, con insuficiente dinero para sus necesidades básicas.
Tal vez, los de la 4T dirán que somos alarmistas, pero como dicen los Contadores Públicos, los números son fríos y a pesar de la publicidad oficial que señala que tenemos una economía fuerte, la empresa calificadora de nivel internacional Moody’s cambió la perspectiva de las calificaciones del gobierno de México de estable a negativa, por algo será. Para los industriales y los que saben de finanzas públicas, esta situación es totalmente lógica, porque el país durante el gobierno pasado, el que dijo que no iba a endeudar al país dejó una deuda de casi 7 billones de pesos de los cuales para 2025 hay que pagar réditos estimados en más de un billón de pesos, además del que los contratos señalan que hay que pagar parte del capital, lo cual obliga a reducir presupuesto para salud, educación y seguridad entre otros. A lo anterior se le agrega lo externado por el INEGI que informa que en el último trimestre la economía mexicana se encuentra al borde de la recesión económica lo que significa que la actividad económica se ha frenado. Fenómeno en donde el gasto y la producción se reduce y ésta suele venir como consecuencia de mucho gasto, inversión y endeudamiento, y las consecuencias finales son que algunas empresas quiebran y que los trabajadores pierden sus empleos. Y si eso le agregamos que Donald Trump haga efectiva la amenaza de aumentar en 25 % los aranceles a las importaciones mexicanas, la situación se agravará, porque: “México no está preparado para una guerra comercial, y menos con EE.UU”, dijo a CNN Alejandra Cullen, analista de economía política. Cabe hacer notar que México esta ligado por el T-MEC, que será revisado en 2026 y es el principal socio comercial de Estados Unidos, exporta a este país productos por un valor superior a los 420,000 millones de dólares al año, con miles de productos libres de aranceles, ¿se imaginan lo que ocasionaría para el empleo el pago de ese arancel?. Los aranceles son una herramienta fundamental en la política comercial y se utilizan tanto para generar ingresos fiscales y Donald Trump, que alguna vez dijo que: “Nunca he visto a nadie doblarse así“, al referirse al gobierno de México, el próximo presidente de EU lo utiliza como un arma política “para proteger las industrias locales de la competencia extranjera”. Pero ahora la situación es distinta. Trump busca una mayor agresión a México en cuanto a temas migratorios, económicos, seguridad y laboral se refiere. Y en ese contexto la presidenta Sheinbaum tiene un margen de maniobra mucho más limitado, empezando por la simple y sencilla razón de que las finanzas públicas mexicanas no permiten muchos más errores de definición económica puesto que López Obrador dilapidó todos los ahorros, fondos y fideicomisos que toleraban desvíos presupuestales. Ante esta situación el gobierno emitió la vieja consigna de: “Mexicanos al grito de guerra” respondió a las amenazas advirtiendo que “a un arancel vendrá otro en respuesta” y que así no se va a atender el fenómeno migratorio y de drogas en Estados Unidos, sus asesores al parecer no le han dicho que con AMLO creció en 3.8 el número de pobres y que de mantener esa política agresiva, va a crecer el número de pueblo sabio en extrema pobreza.
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