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LA DEUDA COMO SALARIOPor LUIS VILLEGAS MONTES, 2025-12-03 23:57:29
Hoy enfrentamos un problema latente, otro; un problema de esos que no se ven, pero tarde o temprano se resienten y es que existe un vacío de políticas públicas productivas tendentes a resolver, de fondo, el actual desequilibrio económico. En este momento, sí, en este momento (mientras yo escribo y usted lee) ocurre que millones de mexicanos han (hemos) sido inundados con créditos y subvenciones que, en los hechos, está trasladando la miseria del Estado al bolsillo ciudadano. Desde hace años (siete, para ser exactos), el gobierno del MORENA ha cambiado la retórica social por una estrategia muy distinta: endeudar al pueblo sin que éste se dé cuenta para mantenerlo quieto; hoy, ese experimento clientelar ya estalló en morosidad, precariedad y dependencia financiera. Porque ahí están los números que no mienten: al cierre de septiembre de 2025, el saldo vencido de tarjetas de crédito alcanzó 16 mil 442 millones de pesos: “En ese mismo periodo, los créditos de nómina vencidos ascendieron a 11 mil 816 millones de pesos; los personales crecieron 21 % en un año”.[1] Según datos recientes, la cartera de crédito al consumo sigue creciendo: en julio de 2025 avanzó 10.3 % real anual;[2] dicho en cristiano, esto quiere decir que la gente está pidiendo más dinero prestado. La cartera de crédito al consumo son todos los préstamos personales, de nómina, tarjetas de crédito, etc., que los bancos han dado a las personas; y si esa cartera “creció 10.3 % real anual” significa que el monto total de lo que la gente debe por consumo aumentó más de un 10 %, incluso descontando la inflación; o sea: no es sólo que todo cueste más —es que la gente está usando más crédito que antes, y rápido—. En pocas palabras: cada mes más mexicanos sobreviven pidiendo prestado; y mientras el gobierno presume que “la economía crece”, lo que ocurre es que los bancos prestan más, pero en realidad el pueblo se endeuda más; y eso —para decirlo sin tecnicismos— no es crecimiento económico: es hambre financiada a plazos. A su vez —apenas anteayer—, las cifras oficiales del Banco de México muestran que, detrás de ese “crecimiento” (ja, ja, ja), se oculta una deuda estructural de miles de familias que ya no pueden, ni podrán, pagar.[3] La muy mala anoticia es que no se trata de una crisis pasajera. Es un sistema diseñado para que la clase trabajadora esté eternamente en el agujero financiero. A todo esto, ¿quién es el responsable de esta barbarie? El gobierno federal; sí, ese mismo, ése que dice gobernar “para el pueblo”; muchos (los tarados) se apresurarán a repartir culpas entre bancos, ciudadanos débiles de convicción, “inflación global”, etc.; empero, la verdad políticamente incómoda es otra: el estado actual del endeudamiento popular no es azar; es resultado directo de decisiones políticas idiotas: Mientras las empresas y el aparato productivo siguen deprimidos, el gobierno multiplica los créditos al consumo como si fueran dádivas —eso sostiene la demanda, maquilla la miseria y convierte la economía popular en un gran mercado de usura—; la “inclusión financiera” que pregona el régimen no busca empoderar: busca atar al deudor a su cajero automático —y al gobierno a su clientela—; en lugar de reactivar empleo formal, la producción real, el desarrollo industrial o la inversión social, el gobierno apuesta por subsidios, bonos y préstamos fáciles. Es un asistencialismo maquillado con plástico —pago mínimo, intereses altos, pagos automáticos—. Sin que se pueda soslayar, en este punto, la corrupción como telón de fondo: No se puede entender la deuda popular sin considerar la corrupción estructural que sostiene al régimen: malversación, contratos amañados, huachicol, privilegios, favoritismos. Mientras el poder dilapida recursos en obras faraónicas o mantiene a sus redes electorales, la gente —esa misma que dice “no hay para el pan”— tiene que confiar en un crédito para sobrevivir. El resultado: una economía ficticia, sostenida por la banca y la deuda. Un sistema que empobrece al pueblo mientras enriquece a unos pocos. En resumen: este gobierno —el que dice ser “del pueblo”— no sólo ha fracasado en construir justicia social, ha convertido al pueblo en clientela; y cuando el día llegue en que la morosidad se torne insostenible, no vaya usted a culpar al “mercado” ni a los bancos. La amarga verdad es que todo esto —la miseria disfrazada de crédito, la dependencia perenne, la corrupción imparable— lleva la firma de quienes hoy tapan sus responsabilidades con eslóganes. Contácteme a través de mi correo electrónico o sígame en los medios que gentilmente me publican, en Facebook o también en mi blog: https://unareflexionpersonal.wordpress.com/ Luis Villegas Montes. [email protected], [email protected] [1] Artículo de Julio Gutiérrez titulado: “Impago de créditos al consumo marcó otro récord en septiembre”, publicado el 4 de noviembre de 2025, por el periódico La Jornada. [2] Artículo de la redacción titulado: “Creció el crédito al consumo en México pese a la desaceleración económica”, publicado el 10 de septiembre de 2025. [En línea] Visible en el sitio: https://www.fintechexpert.mx/p/credito-consumo-mexico-crece-julio-2025 Consultado el 02 de noviembre de 2025 a las 22.00 hrs.
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