GRUMA SUBE EL PRECIO DE LA HARINA DE MAIZ
Por Agencias, 15/08/2022 18:27
Gruma, el mayor fabricante de productos a base de maíz a nivel mundial, recibió críticas del titular de la Procuraduría Federal del Consumidor, Ricardo Sheffield Padilla, por incrementar el precio de harina de maíz nixtamalizado, lo que a su vez, de acuerdo al funcionario, provocó un aumento en el costo de la tortilla a nivel nacional.
El titular de la Profeco, como también se conoce al organismo responsable de proteger a los consumidores de abusos por parte de los prestadores de servicios, incluso hizo un llamado informal a la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) para que vigile el mercado de la harina de maíz en México en busca de posibles irregularidades, aunque no fue muy claro para explicar el vínculo directo de uno de los insumos para la producción de tortillas con los aumentos de los precios de ese alimento clave en la dieta del mexicano.
“El comportamiento en tortillerías está directamente relacionado al precio que da Maseca” de Gruma, dijo Sheffield Padilla, en la reunión con medios del presidente Andrés Manuel López Obrador del 15 de agosto. “Yo creo que por ahí hay algunos fenómenos económicos que le va a interesar mucho a la Cofece estudiarlos, porque algo no está funcionando bien en el caso de Maseca con la forma en que se comportan sus precios y cómo ellos orillan a la mayoría de las tortillerías del país a aumentar el precio, aunque baje el precio del maíz cosa que Minsa ha estado respetando”.
Gruma fue consultado para conocer su posicionamiento tras los señalamientos sin ofrecer respuesta hasta el momento, al igual que Cofece para conocer si existe algún contacto formal de parte de Profeco en cuanto a esta problemática. La dependencia ha emitido en el pasado diversas recomendaciones para provocar mayor competencia en el mercado de la tortilla sin que las autoridades hayan reaccionado a sus sugerencias. Incluso, el presidente López Obrador es un gran crítico de ese organismo autónomo por supuestamente hacer poco a favor de la competencia, cuando, en realidad, esta administración había despreciado, hasta hoy, el trabajo de Cofece.
Las críticas del procurador suceden en medio de una coyuntura mundial de una escalada de precios que en México no se había visto en más de dos décadas y que preocupan a la Federación por lo que representa, ante la pérdida de poder adquisitivo de personas de bajos recursos.
El presidente López Obrador incluso hizo en el pasado un llamado a empresas particulares para buscar fórmulas en consenso que permitan controlar la inflación en alimentos. Como parte de ello fue que gobierno federal y diversas empresas acordaron el Paquete Contra la Inflación y la Carestía (Pacic) anunciado en mayo y que consistía, a grandes razgos, en mantener los precios de 24 productos de la canasta básica.
El gobierno, por ejemplo, se comprometió. entre otras cosas, a mantener subsidios a las gasolinas y a conseguir fertilizantes a mejores precios, mientras que diversas empresas como Gruma y otras transnacionales, como el gigante de la panificación, Grupo Bimbo, acordaron mantener sin aumentos los precios de varios productos, muy focalizados en aquellos de consumo regular entre los mexicanos, como es el caso de la harina de maíz y, para el caso de la panificadora mexicana, el pan blanco de caja de una sola marca, excluyendo el grueso de su cartera de productos y marcas.
Los granos y cereales han presentado alzas considerables a raíz del conflicto armado entre Rusia y Ucrania, dos potencias globales en cuanto a producción de estos insumos para diversos alimentos y para la dieta de animales. Hace unas semanas ambos países, mediados por la Organización de las Naciones Unidas, llegaron a un acuerdo para darle salida a la producción ucraniana de este tipo de insumos.
Así como los conflictos militares o incluso la pandemia de covid-19 han provocado desajustes productivos que hacen vacilar la oferta y la demanda, los cambios en los patrones climatológicos, como fuertes sequías en Estados Unidos y Europa, han también complicado las temporadas de cosecha .
El precio del bushel de maíz estuvo muy cerca de alcanzar su récord histórico registrado 10 años atrás --8.31 dólares por bushel-- en abril cuando llegó a un nivel de 8.16 dólares el bushel. En la actualidad ronda los 6.2 dólares, pero encadena alzas anuales en 2020 y 2021, de 25 y 23%, más un alza de 4.4% en lo que va de 2022.
Estos aumentos de precios llevaron a Gruma a reportar en julio que su margen de flujo operativo para el periodo abril a junio de 2022 fue 14%, o el más bajo para un segundo trimestre en nueve años, justo un año después de que el maíz alcanzara su máximo histórico tras una escalada de más de 50% en junio de 2012.
El mayor fabricante de productos a base de maíz a nivel mundial dijo en abril que aumentaría sus precios a lo largo del año si las presiones inflacionarias persistían, algo que por el momento ningún banco central del mundo ha podido domar. En julio la inflación alcanzó una tasa anual de 8.15%, su mayor nivel en más de 20 años, con el maíz y las tortillas como dos de los productos con mayor incidencia dentro del indicador.
El precio promedio del kilo de tortilla en México en tortillería se ubica en 20.80 pesos promedio, mientras que en tiendas de autoservicio cuesta 12.90 pesos por kilo hasta la semana pasada, de acuerdo con cifras de Profeco.
Los supermercados solo abastecen 10% de la demanda de tortilla en el país, otro 10% pertence a las tortillas fabricadas en casa y el restante 80% proviene de las tortillerías.
"Maseca [la filial de Gruma que opera en el mercado mexicano] se ve que, aunque suba o baje el precio del maíz estos angelitos nada más saben subirle", dijo el titular de la Profeco, en su muy peculiar estilo de hablar sobre los precios de algunos bienes que los lunes difunde en la reunión matutina del presidente López Obrador. "Minsa tiene un comportamiento más parecido al mismo comportamiento que tiene la tonelada de maíz en el mercado nacional".
*Dassaev Rodríguez contribuyó con la elaboración de esta historia.