Los mercados accionarios de México y el peso finalizaron la semana con ganancias, una situación que parecía inimaginable el lunes cuando se registró una oleada de ventas globales impulsadas por el nerviosismo que generó el cambio de tono en la política monetaria de Japón y la posibilidad de un enfriamiento de la economía de Estados Unidos.

Durante los últimos cinco días los principales índices de referencia del mercado, el S&P/BMV IPC de la Bolsa Mexicana de Valores y el el FTSE Biva de la Bolsa Institucional de Valores, subieron 1.6% cada uno, con lo que además lograron evitar su tercera semana de pérdidas al hilo.

Por su parte, en el mercado cambiario, el peso cerró en 18.81 unidades por dólar y acumuló una apreciación de 1.9% en los últimos cinco días, de modo que anotó su primera ganancia semanal en las últimas cuatro.

Los inversionistas vivieron un turbulento arranque de agosto por el temor de que se estuviera gestando una recesión en Estados Unidos, luego que algunos datos recientes mostraron una desaceleración del desempeño económicos, en especial del mercado laboral.

En medio de las expectativas de desaceleración de la mayor economía del mundo, el Banco de Japón subió su tasa de interés de referencia hasta 0.25% desde un rango anterior entre cero y 0.1%, por lo que ahora se coloca en su nivel más alto desde octubre del 2008 o cuando estaba iniciando la crisis subprime en Estados Unidos.

El sorpresivo movimiento del Banco de Japón favoreció un movimiento de apreciación significativo del yen frente al dólar, así como el retroceso de operaciones especulativas conocidas como carry trade, una estrategia financiera que había favorecido al peso mexicano en 2023.

“La combinación de este cambio de política con la perspectiva de baja de tasas en Estados Unidos sacudió fuertemente a los mercados cambiarios provocando una importante revaluación del yen, así como una apreciación del dólar contra la mayoría de sus contrapartes”, escribieron analistas de Invex en un reporte.

No obstante, los inversionistas encontraron atractivos puntos de entrada en los mercados locales tras los marcados descensos vividos a principios de semana, ya que los datos de solicitudes de desempleo en Estados Unidos desvanecieron parcialmente las expectativas de debilidad económica.

“La volatilidad de la actividad comercial es habitual en el final del verano, cuando no hay mucho flujo de información y la temporada de resultados comienza a relajarse, y no eso no es indicativo de un empeoramiento de la economía”, dijo Jay Hatfield, director ejecutivo de Infrastructure Capital Advisors, en una entrevista para la televisora estadounidense CNBC. “Una liquidación volátil y un repunte son un comportamiento normal en agosto y septiembre: mercados débiles, fondos de cobertura descontrolados y movimientos irracionales a la baja”.

Aunque en Estados Unidos los índices también recuperaron parte del terreno perdido, estos no lograron cerrar la semana con ganancias.

En los últimos cinco días, el índice industrial Dow Jones cayó 0.6% y sumó su segunda semana en terreno negativo. Por su parte, el S&P 500 bajó apenas 0.04% y el indicador tecnológico Nasdaq Composite cayó 0.2% en la semana, su cuarta semana consecutiva de pérdidas en ambos casos.

“Es difícil anticipar el desenlace, quedan datos importantes por conocer que podrían mantener la volatilidad, como el reporte de Nvidia, la reacción que tomará la Reserva Federal ante esta debilidad en los datos económicos, las tensiones geopolíticas en la contienda electoral en Estados Unidos”, agregaron los analistas de Invex. “Creemos que el mercado sobrerreacciona en estos momentos y por ello estamos decidiendo no hacer cambios precipitados en los portafolios a pesar del impacto que estamos teniendo en estos días”.