El desempeño de la economía mexicana en el tercer trimestre del año obtenido a la caída esperada debido al deterioro de las condiciones por el golpe de la tercera ola de covid-19, restricciones en las cadenas de suministro y la alta inflación en el mundo.

De julio a septiembre el producto interno bruto se contrajo 0.4%, en cifras ajustadas por estacionalidad, por lo que cortó una racha de cuatro trimestres en terreno positivo y registró un mayor descalabro a la caída de 0.2% reportada de manera preliminar hace un mes, de acuerdo con la estimación final del Instituto Nacional de Estadística y Geografía.

También fue una reducción más pronunciada a la esperada por los analistas encuestados por Infosel, quienes estimaron una baja de 0.3% entre julio y septiembre en cifras desestacionalizadas.

En su comparación anual, la economía del país avanzó 4.5% con respecto al tercer trimestre de 2020, de esta manera hiló dos trimestres en terreno positivo, aunque quedó por debajo del crecimiento de 4.6% reportado de manera preliminar.

Para los expertos, los datos publicados aumentan la incertidumbre sobre el panorama económico y generan recelo hacia los activos locales.

“Las cifras revisadas del PIB del tercer trimestre mostraron una contracción trimestral mayor a la publicada inicialmente, lo que eleva moderadamente la percepción de riesgo con respecto a México”, escribió Gabriela Siller, directora de análisis económico financiero de Banco Base, en un reporte.

Después de darse a conocer el dato del PIB, el peso mexicano operaba en 21.52 unidades por dólar, su nivel más débil desde octubre de 2020 o en 13 meses.

Pese a que hacia finales del tercer periodo del año la movilidad de las personas se reactivó por el cambio en el semáforo epidemiológico a verde, tal parece que la recuperación de la economía no fue fácil.

“A pesar de mayores niveles de movilidad y confianza, estas cifras son consistentes con renovadas dificultades y precaución por el covid-19 así como retos derivados de una mayor inflación”, escribió Juan Carlos Alderete, director de análisis económico de Grupo Financiero Banorte, en un reporte.

Al evaluar el desempeño de la economía por tipo de actividad, se observó que las actividades primarias subieron a una tasa de 1.3% y las secundarias aumentaron 0.3%, en tanto que las terciarias mostraron una contracción de 0.9%, todas en su serie trimestral desestacionalizada.

Los analistas coincidieron que el aumento de la inflación, tanto a nivel local como global, podría ser el mayor obstáculo para el desempeño de la economía, ya que podría acelerar los planes de normalización de las medidas monetarias, en particular de economías avanzadas.

"El impulso automático que se recibió tras la normalización de las actividades luego de la etapa más intensa de la pandemia parece agotado, por lo que el país requiere nuevos catalizadores para cerrar la brecha que nos mantiene en niveles de producción de 2016", escribió Marcos Arias, analista económica de Grupo Financiero Monex, en un reporte.




Fuente: sentidocomun.com.mx