Por Marco Antonio Martínez Soto
La crisis alimentaria que viene agravándose como consecuencia de la pandemia ocasionada por el Covid-19, llega al sur del Estado de Chihuahua y, al igual que en el resto del estado y del país, hay manifestaciones de trapos blancos que cuelgan en las puertas y ventanas de sus hogares como un grito de auxilio que lazan las amas de casa, los campesinos, obreros y trabajadores en general, a las autoridades estatales y federales, ante la hambruna que ya afecta a las familias chihuahuenses

A manera de testimonio, una señora del municipio de Hidalgo del Parral me platicó su desgarradora situación familiar. Doña Nora Elda Loya, de origen indígena, vio la luz por primera vez el día 16 de marzo de 1964, en el municipio de Guachochi. Ahí vivió en unión libre con el señor Alberto Lerma, donde procrearon a un hijo varón, que era la alegría del joven matrimonio; sin embargo, ante la difícil situación de la Sierra Tarahumara, tuvieron que emigrar a Ciudad Juárez, donde ella trabajó junto con su esposo en maquila. En la ciudad fronteriza encontraron cierta estabilidad económica, pero la situación cambió drásticamente cuando se esposo fue asaltado y asesinado un día en que salía de su trabajo en un callejón de la colonia Anapra. De pronto, se quedó sola en la una ciudad desconocida, desamparada y con mucho miedo; la necesidad la obligó a salir adelante, y así fue como llegó a Hidalgo del Parral, donde trabajó durante 18 años para darle un futuro a su hijo, quien se casó y se fue huyendo de la miseria en que vivían. Ella conoció a don Alfredo, hombre bueno con quien se juntó. Pero ante la miseria y falta de oportunidades, hace cinco años él se fue a trabajar a Phoenix, Arizona; su viejo no le dejaba de mandar dinerito, que le servía para comer y hacerse los estudios médicos en el Hospital Morelos de Chihuahua, ya que se encuentra enferma de diabetes, de hipertensión y tiene unos quistes en los ovarios que le urge sean extirpados. Pero ante la pandemia del Covid-19, el hombre le dejó de enviar dinero porque se encuentra confinado por la cuarentena, no ha trabajado y no puede mandar dinero y menos tiene para regresarse a México.
A sus 56 años, la señora Nora pinta al óleo y acuarela: jarrones, frutas y flores, deambula por parques, plazas, oficinas, buscando posibles compradores para sus pinturas; a pesar de las restricciones de las autoridades para que se quede en casa, ella sale todos los días buscando un posible comprador, regresa a su casa cansada, esperando no haberse contagiado y con la esperanza de que su trapo blanco que puso en la ventana, tenga mejor suerte que la venta de sus pinturas.
Así como Elda, hay millones de mexicanos que no tienen qué comer, y solicitan al gobernador del Estado, Javier Corral Jurado, y al Gobierno Federal del Lic. Andrés Manuel López Obrador, un programa nacional de apoyos alimenticios, que le permitan a las familias resistir el confinamiento implementado por la etapa 3 de la pandemia; pero a pesar de la multitud de solicitudes que hicieron llegar en tiempo y forma y de videos, cartas, mensajes que inundan las redes sociales, el gobierno de la “cuatro te” no se inmuta y continúa con su política de oídos sordos y con la compra de votos a través con sus programas clientelares. Como lo dijo en sus conferencias mañaneras López, esta pandemia “nos cayó como anillo al dedo para afianzar a Cuarta transformación”, pero a sus gobernados también les está cayendo esta pandemia “como asnillo al dedo” también, porque ahora más que en los meses previos de su mandato, se está evidenciando su total y absoluta falta de sensibilidad humana e inteligencia política; nos está quedando más claro que nunca, que ellos, los de la “cuatro te”, buscan a toda costa sostenerse en el poder e incluso a pesar del sufrimiento, del hambre y de la miseria de millones de mexicanos que se encuentran en estos momentos padeciendo los estragos de la crisis humanitaria y económica que se empiezan a resentir las familias chihuahuenses.
Como una bocanada de aire fresco aparece en la palestra política de México el Movimiento Antorchista Nacional, con una propuesta inteligente, científica y viable para dirigir con éxito a nuestro lastimado país, pero además con ejemplos claros y vivos de lugares que se han transformado para bien, gracias a la dirección acertada de los gobiernos antorchistas; entre los ejemplos, están Chimalhuacán e Ixtapaluca, en el estado de México, Tecomatlan y Huitzilan en Puebla; Trancoso en Estado de Zacatecas; Villa de Ramos, Armadillo de los Infantes, en San Luis Potosí y otros, municipios donde se han puesto a trabajar en serio por el bien de todos los ciudadanos sin distinciones, resentimientos o divisionismos.
Esta es la explicación de los ataques furibundos de Morena, desde el mismísimo presidente de la Republica que no desaprovechan oportunidad alguna para acusar a la “Antorcha mundial”, sin argumentos claros y menos prueba alguna, como “intermediarios”, “corruptos”, “amigos de los moches” de las obras asignadas a los pueblos, colonias, escuelas, gestionadas por la organización de los pobres, acusaciones que son replicadas y ampliadas en los medios de comunicación y los miles de bots que utiliza la “cuatro te” para agredir a sus opositores en las redes sociales.
Esta es la explicación por la cual Santiago Nieto, director de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaria de Hacienda, integró la carpeta de investigación que presentó ante la Fiscalía de la República (FGR) contra los lideres antorchistas, por supuestos delitos de enriquecimiento ilícito, corrupción, lavado de dinero y hasta huachicoleo, entre otras linduras, producto de la mente retorcida de la Moderna Santa Inquisición, que tiene a toda la oposición política postrada, temerosa, y sin poder defenderse, primero, porque a cualquier crítica por mínima que esta sea, le cae toda una caterva de fariseos de la 4T y, si esto no funciona, segundo: viene Santiago Nieto y comienza a integrar la carpeta de investigación respectiva, buscando o inventado delitos para acalambrar a los insurrectos.
Y cuanto más a la “Antorcha mundial”, que está exigiendo apoyos alimenticos para millones de mexicanos que están sufriendo hambre, violencia familiar, alcoholismo, drogadicción y desempleo; los trabajadores tienen que escoger entre morir de hambre o morir de enfermedad, ambas muertes terribles, pero ante la indolencia del Gobierno, no hay otra alternativa que encomendarse a Dios y salir a trabajar. Esa es la razón de los trapos blancos, es un grito de desesperación, de angustia y miedo, y solo me resta sugerirles a los trabajadores que si van a regresar a trabajar, se aseguren de que en sus centros de trabajo tengan todas las medidas recomendadas por la Organización Internacional de Salud, para evitar que se contagien y mueran y, si ven que no existen esas condiciones, tienen que salir a protestar.
En lo que a nosotros corresponde, todo intento de agresión por parte del Gobierno Federal será total y absolutamente injustificado, será un acto de brutal represión a una de las organizaciones más honestas y mejor estructuradas la República Mexicana. La infraestructura financiera que hoy presumen los antorchistas, la han venido autoconstruyendo durante 45 años y es un orgullo y um mérito del pueblo educado y organizado, una muestra de que un país mejor es completamente posible y necesario, y que un porvenir de luz y bienestar está tocando a nuestra puerta. Súmate al glorioso proyecto antorchista.