CHIMALHUACÁN: AYER, HOY EN LA PANDEMIA Y SIEMPRE, ES UN EJEMPLO NACIONAL
Por Redacciòn, 17/05/2020 09:28
La noticia podría sorprender de repente a quienes no se encuentren bien empapados de los problemas que se viven en los municipios de México en materia presupuestal, con la falta de apoyos sociales, con la desaparición en la práctica del Ramo 23 que, durante los períodos fiscales anterior y en el vigente, cuando el gobierno federal de Andrés Manuel López Obrador dejó de hacerse cargo de las obras prioritarias en comunidades rurales y urbanas en materia de agua potable, electrificación, drenaje, servicios comunitarios de salud, etcétera, y que eran fondos que ejecutaban los municipios en materia de obras públicas
Pero ¿cuál es la noticia? “Los municipios de Chimalhuacán e Ixtapaluca, del Estado de México, Jesús Tolentino Román Bojórquez y Maricela Serrano Elías, captaron la atención del canal de televisión Internacional Al Jazeera (aljazeera.com), al denunciar que el número de contagios y muertes por Covid-19 en sus municipios no están reflejados en las cifras que manejan el gobierno del Estado de México y el gobierno de la República.”
Y la noticia no sorprende, porque ambos municipios, los dos gobernados por alcaldes antorchistas -Chimalhuacán desde el año 2000-, han sido sistemáticamente ignorados no sólo por el gobierno federal, sino por el mismo gobierno del estado de Alfredo del Mazo Maza, quienes mantienen un cerco sobre estos dos municipios para estrangularlos por la vía de no suministrarles los recursos que les corresponden por ley. También ahora, con el combate a la pandemia del Coronavirus Covid-19, ambas administraciones municipales han estado solicitando recursos, equipamiento y personal médico para enfrentar la contingencia. ¿La respuesta? La respuesta ha sido una negativa de carácter ideológico, reaccionaria, completamente inadmisible en el ejercicio de cualquier cargo público que implique el manejo y la administración de dinero de los contribuyentes.
Sostengo que quien no quiere ver la urgencia de intervenir, dejando de lado diferencias ideológicas y políticas, para trabajar en bien del pueblo, tampoco querrá ver las verdaderas cifras de muertos e infectados por el Coronavirus –y si las ve, las oculta o las minimiza, las tergiversa en bien de sus propios intereses-. Eso ya lo estamos viendo, y el reportaje de Al Jazeera es sólo una de las evidencias de que el gobierno está manipulando a la opinión pública con mentiras.
Considero oportuno citar al Doctor en Desarrollo Económico Abel Pérez Zamorano, quien al respecto, escribió la siguiente denuncia: “En esas condiciones, es justo y necesario el reclamo de los alcaldes antorchistas que le exigen al gobierno estatal encabezado por Alfredo del Mazo Maza y al gobierno federal encabezado por Andrés Manuel López Obrador, que se dé apoyo inmediato y efectivo a los hospitales de la zona, que se aporten equipos, materiales, ventiladores, más pruebas y, finalmente, apoyo económico y alimenticio a la gente más humilde como lo hemos estado solicitando desde el inicio de la pandemia.”
En la entrevista que fue incluida en el reportaje del canal de origen sirio, el pasado 7 de mayo, Román Bojórquez, presidente municipal de Chimalhuacán, denunció que “las cifras oficiales distan mucho de lo que realmente ocurre en el municipio”, toda vez que los datos reales que él registra “están por arriba” de lo que reportan el subdirector de Salud Nacional, Hugo López-Gatell Ramírez, y el gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo Maza. Al respecto, señaló que las cifras gubernamentales sólo contaban 24 fallecidos en Chimalhuacán, cuando la cifra real era, en ese momento, de 87 personas que habían perdido la vida. Por su parte, Maricela Serrano, alcaldesa de Ixtapaluca, denunció que en las cifras oficiales solo aparecía que 16 personas habían perdido la vida en ese territorio, pero que en realidad habían sido 54.
Se entiende que los productores de Al Jazeera buscaron en México a quién consultar, a quién citar, a alguien que les pudiera garantizar y comprobar la veracidad de los datos generales que ellos manejaron en el reportaje, y se encontraron con las únicas voces autorizadas, las voces discordantes de dos presidentes municipales que se han ganado el prestigio que les da el representar verdaderamente los intereses de los ciudadanos que gobiernan.
Tanto Ixtapaluca como Chimalhuacán son ayuntamientos modelo. Ellos representan en “pequeño” (es una forma de decir), lo que el Movimiento Antorchista quiere para México.
En Chimalhuacán, Antorcha ha gobernado desde hace casi 20 años con representantes populares y funcionarios públicos formados en, y de Antorcha. ¿Cómo? ¿Qué se ha hecho aquí? Reorientación del gasto corriente, sueldos de representantes populares recortados, focalización del plan de gobierno en infraestructura de servicios básicos, educación y deporte. Claro es que en las primeras administraciones públicas antorchistas se pagó una cuota política, mediática, de lodo y de sangre, así lo dice Jesús Tolentino Román; a él le tocó ser el primer presidente municipal de Chimalhuacán en ese año 2000, y es quien gobierna en la actual administración. Él asegura que su propuesta no sólo funciona, sino que se justifica ideológicamente también, pues los funcionarios realmente son del pueblo, sufren lo mismo y quieren lo mismo: vivir dignamente.
En “Chima”, otrora el municipio más marginado de México, el agua potable y el pavimento cubren hoy en día casi la totalidad de la mancha urbana; antes, la ciudad era un puro lodazal. En el año 2000, había una sola estación de gasolina, producto de que el propietario tenía un convenio ilegal con la administración municipal; hoy existen muchas gasolineras, hay centros comerciales, hay una línea del Mexibús con funcionales estaciones; todo lo que hay ahora es nuevo y producto de la gestión de los antorchistas y sus aliados; hospitales, centros culturales, museos, un planetario magnífico y único, un centro recreativo de deportes acuáticos con un lago artificial; hay centros para dignos atender a los discapacitados, a las personas de la tercera edad, a la infancia; estancias infantiles rescatadas a la tacañez del gobierno federal; servicios eficientes y vialidades impensables hace 20 años. Chimalhuacán es otro ya, muy diferente al que se conocía antes del año 2000. Sus actuales carencias las comparte con el resto del país, las injusticias laborales y los bajos ingresos que padecen sus habitantes son iguales a los de los demás mexicanos, pero la lucha es la misma.
Y en esa lucha estamos todos los antorchistas del país, teniendo como bandera los intereses históricos del pueblo que se debe ganar su redención, y como ejemplos, los de las administraciones municipales que el pueblo nos ha encomendado y que son ensayos y preludio de lo que vendrá para el país completo. “Cuando Antorcha gobierne México, todo será Chimalhuacán”.