Las banderas italianas hoy lucían a media asta en señal de duelo por las miles de personas que han perdido la vida en este país a causa del coronavirus. El balance de este martes es de nuevo estremecedor: 837 han muerto en las últimas 24 horas infectadas. En total ya son más de 12.400 las víctimas mortales en el país transalpino, el que tiene más muertos en todo el mundo.

Antes de que se hiciesen públicos los datos de hoy el presidente del Instituto Superior de Sanidad italiano, Silvio Brusaferro, ha asegurado hoy que Italia ya ha llegado al “pico” en la curva de contagios y que durante unos días se mantendrá la tendencia hasta que empiecen a bajar. Brusaferro advierte que sólo bajarán si se mantiene la atención y siguen las medidas de confinamiento.

Este martes ha habido 2.107 nuevos positivos al Covid-19, una cifra algo mayor que los 1.648 que hubo ayer, cuando se registró el número más bajo de contagios desde el 10 de marzo. Hay más de 105.000 personas que se han infectado en todo el país cuando se han cumplido las tres semanas de confinamiento. De ellas, 15.729 se han curado y 4.023 siguen en cuidados intensivos, con lo que es presumible que la cifra de muertos siga siendo elevada a lo largo de la semana.

Con esta situación encima de la mesa, el Gobierno de Giuseppe Conte prevé que el aislamiento quedará prolongado por lo menos hasta Pascua, algo que avanzó ayer el Ministerio de Sanidad. Según publica hoy el Corriere della Sera el Ejecutivo tiene previsto un calendario encima de la mesa para que se vuelva a la normalidad de manera gradual.

El confinamiento, no para todos
La policía multó este sábado a 5.000 personas, entre ellos 50 positivos

El diario explica que después de Pascua podrían empezar a abrir fábricas y actividades productivas no esenciales para devolver la actividad económica a un país que sufrirá mucho los efectos de la emergencia. Según los cálculos de la patronal italiana, Confindustria, el PIB caerá un 10% este semestre. La pobreza ya se está haciendo palpable, sobre todo el en deprimido sur italiano, donde se han registrado los primeros intentos de asalto a supermercados.

Un posible escenario valora que aunque se reabran las fábricas y las actividades productivas seguirán cerrados lugares muy concurridos, como discotecas, pubs o salas de convenios. Los restaurantes y los bares tendrán que seguir imponiendo la regla de un metro de distancia entre comensales, asegura el Corriere.

Las autoridades insisten que aunque la curva de contagios se haya estabilizado es muy importante seguir las indicaciones gubernamentales de quedarse en casa. No todos los italianos están cumpliendo las reglas: este sábado las fuerzas del orden realizaron 5.000 multas (que pueden llegar hasta los 3.000 euros) a personas que se saltaron el confinamiento.

Entre los sancionados incluso había 50 italianos que habían dado positivo al test de coronavirus y en teoría estaban obligados a permanecer en cuarentena en sus domicilios. Ahora se arriesgan a ser procesados por “epidemia culposa”.






Fuente: lavanguardia.com