Miguel, junto con sus hermanos manejan un negocio que emplea a decenas de personas y produce toneladas de tortillas diarias, algunas se exportan a Dubái, Londres y Quebec

Una familia de migrantes mexicanos, originarios de Puebla, abastecen con sus tortillas, quesos y crema numerosos restaurantes y negocios de Nueva York y en varias partes del mundo

En el corazón de Bushwick, en Brooklyn, la familia Carrera, de Piaxtla, Puebla, ha puesto su sello de quesos y productos mexicanos que abastecen numerosos restaurantes y negocios neoyorquinos de gran calado como estadios deportivos.

Si estas en Nueva York y vas a un restaurant mexicano, directo o indirecto estamos en ese restaurant ya sea por nuestros productos que hacemos o porque nosotros le vendemos mercancía a otros distribuidores que quizás no sea mexicano”, explicó Miguel Carrera, propietario Mi Barrio Tortillería.

El negocio de la familia Carrera inicio con Don Pepe, como se le conoce de cariño, quien se crió en una familia de agricultores en Piaxtla. De niño cuidaba vacas, les daba de comer y las ordeñaba.

Nosotros desde pequeñitos teníamos vacas, mis papás, yo no y ahí trabajábamos toda la vida. Hacíamos solamente queso fresco, lo único”, reiteró Abelardo Carrera, propietario de ‘Queso El Azteca’.

Más tarde, de joven, cuando se iniciaba como maestro rural, un amigo lo invitó a trabajar a una tortillería en Brooklyn y emigró a Nueva York en 1989 a sus 24 años.

Ahí trabajó como cargador y chofer, entre otras cosas durante 15 años.

Llegué a trabajar con ellos muchos años y se dio el momento de que entráramos a trabajar más fuerte”, explicó Abelardo.

Tuvo un sueño de hacer algo, y con esfuerzo y con trabajo, con mi mamá empezaron una quesería, ‘Queso El Azteca’, y ahí me crié trabajando con ellos”, insistió el propietario de ‘Mi Barrio’, Tortillería.

Miguel estudió para ser ingeniero de sonido, pero hoy es un gran empresario. Entre los hermanos pudieron comprar la tortillería en la que trabajaba su padre. Recién adquirió unas bodegas propias para afianzar el negocio. Su deuda de gratitud hacia sus padres quienes lo trajeron a Nueva York cuando tenía 3 años es enorme.

Desde chiquito y ahora ya de adulto, mis papás, los dos siguen siendo una inspiración para nosotros. Como hijo pues que más, ahí está el ejemplo, ahí está la tarea”, concluyó Carrera.

El negocio de la familia Carrera continúa creciendo, floreciendo y edificando esta gran ciudad como lo hicieron anteriormente generaciones y generaciones de inmigrantes y dejando muy alto la cultura y la gastronomía mexicana.






Fuente: /noticieros.televisa.com/