El expresidente de Perú Alan García falleció este miércoles tras dispararse en la cabeza cuando la policía iba a detenerlo en su casa, en el marco de una investigación en su contra por los presuntos delitos de lavado de activos y colusión agravada, relacionados con la trama de sobornos de Odebrecht.

La trágica noticia fue confirmada por el presidente Martín Vizcarra en Twitter: “Consternado por el fallecimiento del expresidente Alan García. Envío mis condolencias a su familia y seres queridos”, escribió.


Martín Vizcarra
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@MartinVizcarraC
Consternado por el fallecimiento del ex presidente Alan García. Envío mis condolencias a su familia y seres queridos.

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9:29 - 17 abr. 2019


Al momento en que un equipo de la Policía, comandado por un fiscal, llegó a la casa del expresidente, García dijo que llamaría a su abogado; entró a su habitación y luego se escuchó un disparo, según relató el ministro del Interior de Perú, Carlos Morán.

García fue hallado sentado con una herida de bala, dijo el Ministerio de Salud de Perú en un comunicado, en el que describió que el proyectil atravesó su cabeza.

Aun con vida, fue ingresado a la unidad de trauma del hospital Casimiro Ulloa de Lima, donde se le realizó una tomografía y a las 7:17 am (hora local) fue sometido a un proceso quirúrgico, pero los intentos por salvarle la vida fueron en vano. El expresidente tuvo tres paros cardiorespiratorios y, a pesar de recibir reanimación cardiopulmonar, fue declarado muerto por los médicos del hospital.

“El expresidente tomó la decisión de dispararse”, dijo su abogado Erasmo Reyna afuera del hospital, antes de la muerte de García.

La noche anterior, en diálogo con la cadena RPP, Alan García, de 69 años, afirmó reiteradamente que no había nada que lo vinculara con los cargos que se le señalaban y dijo no tener miedo: “Ningún indicio me vincula con nada”, respondió ante la pregunta del periodista Carlos Villarreal de si estaba consciente de que esta podría ser su última entrevista en libertad, pues se hablaba de que le podrían dictar orden preliminar de captura.

“Confío en la historia, yo soy cristiano, creo en la vida después de la muerte”, añadió.

Alan García Pérez nació el 23 de mayo de 1949 en Lima, Perú y fue presidente de su país en dos periodos: primero de 1985 a 1990 y luego de 2006 a 2011. En 1985 se convirtió en el presidente más joven de la historia del país andino, elegido a los 36 años y muchos lo llamaron el John F Kennedy de Perú.

Reacciones de consternación y dolor
La noticia causó sorpresa, consternación e incertidumbre entre los peruanos y provocó reacciones a nivel mundial.

El Consejo de Ministros de Perú declaró duelo nacional por tres días. “Ante el lamentable fallecimiento del ex presidente de la República, Alan García Pérez, y cumpliendo lo establecido en las normas del Ceremonial del Estado, se declara Duelo Nacional los días 17, 18 y 19 de abril”, publicó en su cuenta de Twitter.

“Ha fallecido nuestro compañero Presidente Alan García. ¡Viva Alan García! ¡Viva el Apra! Cuando un Aprista muere… Nunca Muere!!!, reaccionó el Partido Aprista Peruano, del que hacía parte del expresidente García, al conocer la noticia de su muerte.

También en Twitter, la líder del Partido Fuerza Popular, Keiko Fujimori, envió sus condolencias a la familia de garcía y miembros del Partido Aprista Peruano: “Con mucha tristeza recibo la noticia de la trágica partida del expresidente Alan García Pérez. Mis más sentidas condolencias a la familia y a los miembros del Partido Aprista Peruano. Elevo mis oraciones por él y sus seres queridos”, publicó.

El expresidente de Ecuador Rafael Correa dijo que García fue “perseguido injustamente” y calificó su suicidio como un asesinato. “¡Ya basta de tanto abuso! Que su sacrificio sirva para entender que la lucha política tiene límites. Que no se puede jugar con honra y libertad de las personas. Un abrazo solidario a su familia”, tuiteó.

Los presidentes Evo Morales, de Bolivia; Iván Duque, de Colombia, y Sebastián Piñera, de Chile, entre otros, también se pronunciaron sobre la muerte de García y expresaron su solidaridad y dolor, al tiempo que el secretario general de la OEA Luis Almagro envió sus condolencias.

Vínculos con el escándalo de Odebrecht
Alan García fue acusado de recibir sobornos de una de las constructoras más grandes de América Latina, Odebrecht, con sede en Brasil, durante la construcción de un tren eléctrico para el metro de Lima mientras era presidente durante su segundo mandato. Él siempre negó las acusaciones.

En su tuit más reciente, publicado el martes, García dijo que no había “ninguna evidencia” en su contra, acusó a los fiscales peruanos de “ESPECULACIÓN” y dijo que “nunca se vendió y eso está probado”.

En noviembre del año pasado, García solicitó asilo en la embajada uruguaya luego de que un juez le prohibiera abandonar el país por 18 meses, en el marco de una investigación preliminar por los presuntos delitos de lavado de activos y colusión agravada. El gobierno uruguayo negó la solicitud el 3 de diciembre.

Este 17 de abril de 2019, el Poder Judicial ordenó su detención preliminar por 10 días.

Odebrecht está acusada de entregar casi $800 millones en sobornos entre 2001 y 2016 con el objetivo de obtener contratos de los gobiernos para construir carreteras, puentes, represas y carreteras.

Las autoridades dicen que los funcionarios de Odebrecht enviaron efectivo a todo el mundo que fue a parar a los bolsillos de los políticos en una docena de países, entre ellos Perú, México, Venezuela, Colombia, Argentina y Mozambique. Algunos de los sobornos se filtraban a través de los Estados Unidos.

El escándalo de corrupción, uno de los más grandes de la historia moderna, involucró a varios expresidentes latinoamericanos.

El año pasado, el también expresidente peruano Pedro Pablo Kuczynski renunció un día antes de que el Congreso votara por su juicio político. PPK, de 80 años, cumple una orden de detención preliminar desde el miércoles pasado y por un plazo de 10 días por la investigación que se le sigue por el presunto delito de lavado de activos como parte del caso Odebrecht. En reiteradas ocasiones él ha negado las acusaciones en su contra.

Ecuador suspendió al vicepresidente Jorge Glas, quien luego fue condenado a seis años de prisión en diciembre de 2017 por recibir $13,5 millones en sobornos de Odebrecht.

Y el expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva cumple una condena de 12 años por corrupción y lavado de dinero, que incluye presuntamente permitir que Odebrecht pagara por la casa de vacaciones de su familia.






Fuente: cnnespanol.cnn.com