Antes de finalizar su visita a México, la Alta Comisionada para los Derechos Humanos dijo que su estancia le permitió conocer “la dimensión” del problema que tiene el país en esta materia.

La Alta Comisionada de la Organización de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, aseguró este martes que México tiene cifras de violencia propias de un país en guerra.

“Fue una sorpresa lo que he me llevado. Sin duda, el caso Ayotzinapa lo conocía. Pero el número de 40,000 desaparecidos o los 26,000 cuerpos sin identificar o las casi 10 mujeres asesinadas cada día... Yo sabía de la violencia sin duda, eso lo sabía muy bien, pero no tenía impresión de la dimensión”, dijo en una conferencia de prensa.

La funcionaria de la ONU subrayó que los datos de criminalidad no cejan, pues tan solo en los tres primeros meses de la administración de Andrés Manuel López Obrador se han iniciado al menos 7,299 investigaciones por homicidios dolosos en el país y 240 por feminicidios.

“El gobierno actual hereda una situación de extrema violencia, pero tanto él como todas las autoridades con las que he hablado se han comprometido a hacer lo necesario para revertirla”, aseguró.

La también expresidenta de Chile reconoció la creación de la Guardia Nacional y el compromiso institucional de actuar con respeto a los derechos humanos. No obstante, señaló que alertará de fallas en el desarrollo de esta nueva corporación.

“Mi oficina será una aliada que no dudará en contribuir para que se den avances y, al mismo tiempo, alertará en caso de incumplimiento”, dijo.

Por la mañana, Bachelet firmó un convenio de acompañamiento con el gobierno federal para la creación de la Guardia Nacional y para su legislación secundaria. Sin embargo, al ser cuestionada —por lo menos en tres ocasiones— sobre el hecho de que esta corporación tendrá como titular a un militar en activo y no a un civil, omitió responder al respecto.

Al finalizar su visita en México, la funcionaria hizo una relatoría de las reuniones y los encuentros que tuvo con diferentes grupos: migrantes, activistas, defensores de derechos humanos, familiares de víctimas y funcionarios.

Bachelet también llamó a reforzar el mecanismo de protección a periodistas y defensores de derechos humanos, reconoció el empoderamiento de las mujeres, exhortó a atender el hacinamiento en las cárceles y el problema de la tortura, destacó el trabajo de las organizaciones civiles y pidió reconocer los derechos de los indígenas.

La funcionaria señaló que el gobierno de México aceptó 262 de las 264 recomendaciones que el organismo a su cargo emitió.

Los pasos de Bachelet
Durante su estancia en México, la Alta Comisionada tocó los siguientes temas.

Caso Ayotzinapa. La oficina de la ONU firmó un acuerdo de asesoría y asistencia técnica con la comisión del gobierno que busca llegar a la verdad en este crimen.

Búsqueda de desaparecidos. Bachelet se reunió con familiares de desaparecidos. Los datos son “aterradores”, dijo, al señalar que hay 40,000 personas en esa condición, de las cuales un cuarto son mujeres. Además, recordó que hay 26,000 cuerpos sin identificar y cientos de fosas clandestinas.

“Quiero reconocer el compromiso del presidente López Obrador y de las autoridades de la Secretaría de Gobernación, que han establecido como una prioridad la búsqueda de las personas desaparecidas”, declaró.

Ley Nacional del Uso de la Fuerza. La funcionaria celebró que el país se plantee crear una Ley Nacional del Uso de la Fuerza y una sobre el Registro Nacional de Detenciones.

Situación de las cárceles. Bachelet se mostró preocupada por el hacinamiento en las cárceles y el problema crónico de tortura generalizada en los centros de detención del país, donde —señaló— tres cuartas partes de los reos afirman haber sufrido malos tratos en detención, las mujeres denuncian tortura sexual y una de cada 10 acusa haber sido víctima de violación. La Alta Comisionada agregó que la ONU colabora para esclarecer algunos de estos casos.

Protección a periodistas y activistas. La funcionaria recordó que en lo que va del año al menos nueve activistas y cuatro periodistas han sido asesinados, por lo que pidió a las autoridades redoblar esfuerzos en esta materia, mientras que señaló que su oficina presentará un diagnóstico para este fin.

“Una democracia plena debe contar con una prensa independiente y vibrante que pueda denunciar las malas prácticas y fomentar el debate sobre cualquier tema, sin ninguna exclusión”, dijo.

Empoderamiento de las mujeres. Celebró que cada vez haya más representación de la mujeres, aunque en la última década se ha triplicado el número de feminicidios. También se congratuló de movimientos como el #MeToo, el cual señaló que espera que tenga efectos en el país.

Fiscalía General de la República. Respecto de este organismo, señaló que queda pendiente el nombramiento de un fiscal especial para Ayotzinapa y para Derechos Humanos.

Apoyo a pueblos indígenas. La expresidenta chilena llamó a poner a los pueblos indígenas al centro de cualquier política de combate a la pobreza, así como a la protección de sus territorios y recursos. También pidió que los procesos de consulta se lleven a cabo cumpliendo con estándares internacionales.

Giro en la política migratoria. En esta materia, celebró que se haya dado un giro a la política que se había llevado anteriormente, con acciones como la entrega de visas humanitarias de tránsito. Sin embargo, señaló que, para que haya un verdadero cambio en la política migratoria, las acciones deben ser parte de una estrategia integral.




Fuente: adnpolitico.com