Al menos 60 migrantes de origen centroamericano cruzaron el jueves ilegalmente de Tijuana, Baja California, a San Diego, California, mientras que turistas presentes en la zona fronteriza captaron el cruce masivo. Este viernes, la Patrulla Fronteriza (Border Patrol) confirmó la detención de 52 personas.

Los detenidos, entre hombres, mujeres, adolescentes e incluso niños en brazos, son ciudadanos de Honduras, Guatemala y El Salvador.
Al respecto, Giovanny, vendedor de elotes en Tijuana, aseveró:

Estábamos vendiendo cuando escuchamos que (los migrantes) gritaban y corrían para (Estados Unidos); eran bastantes. Por aquí (Tijuana) sí he visto que pasen para allá; sólo hasta ayer vimos que pasaron bastantes”.

Este viernes el cruce ilegal continuó a través de dos grupos que ingresaron por la misma zona a Estados Unidos (EU); un contingente estaba conformado por cuatro adultos y dos menores, todos hondureños. Un joven se despidió de su hermana y sobrino, quienes dejaban territorio nacional para llegar a la Unión Americana.

Un migrante hondureño, quien solicitó anonimato, dijo a Unotv.com:

Venimos por un mismo sueño, que es mejorar nuestras vidas, ¿verdad? Igual así se tira, así nos enteramos, como yo le digo a mi amigo, mi amigo le dice a aquel: ‘Mira, allá (en EU) sí se puede y así’. Igual seguirán cruzando. Mientras no sellen ese hoyo, seguirán cruzando, pienso”.

Tras cruzar la malla fronteriza, los migrantes corrieron a lo largo de la playa en la zona ya de Imperial Beach, hasta que un motociclista de la Border Patrol de EU los interceptó y se los llevo detenidos. El hombre que se despidió de sus familiares en Tijuana agregó para este medio de comunicación:

(La Patrulla Fronteriza) lleva a mi sobrino. Él lloró antes de irse y me dijo ‘adiós, tío’. Parte el alma porque nosotros en realidad nunca nos queremos separar. Somos seres humanos que amamos, sentimos y créame que yo me siento solo, ahorita no sé qué hacer... con sentimientos encontrados”.

Tras los cruces, agentes de la Patrulla Fronteriza se apostaron en la zona para así reforzar la vigilancia. Mientras, trabajadores traían equipo para revestir la malla e impedir que sigan ingresando más personas de forma irregular en busca del American Dream.