Enrique Alfaro Ramírez rindió protesta este jueves como gobernador de Jalisco y aunque ofreció respeto y diálogo al presidente Andrés Manuel López Obrador, advirtió que su administración no será sumisa ante la federación.

"Le pido con respeto le transmita al presidente que de un servidor no encontrará jamás discursos de cortesía política simulada o mezquindad disfrazada de lambisconería ... habremos de levantar la voz cuando sea necesario para plantear desde aquí nuestra postura sobre los grandes temas de la patria", le dijo Alfaro a la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, quien acudió a su toma de protesta.

El gobernador jalisciense prometió además un gobierno austero, con la seguridad de que “el que falle, pague”, y aclaró que su posición es que el ejército no esté en las calles.

Entendemos el papel fundamental que juegan las fuerzas armadas en la estrategia de seguridad, pero nos negamos a aceptar que militarizar al país sea el camino correcto”.

Alfaro Ramírez también advirtió que la entidad tendrá su propia reforma educativa.


“Aquí en Jalisco no vamos a acabar con la evaluación de los maestros, pero ésta se va a hacer sin persecución y brindándoles las facilidades de capacitación”.

En materia de infraestructura, el mandatario pidió a la secretaria de Gobernación apoyo en la gestión de los proyectos de la Línea 4 del tren ligero a Tlajomulco, la conclusión de la presa Purgatorio, la construcción del libramiento sur de Puerto Vallarta y del saneamiento del río más contaminado de México, el río Santiago.

Con los nervios del cambio de gobierno, Alfaro derramó agua en el lugar de Sánchez Cordero. Otro momento difícil fue cuando se refirió a su familia, tuvo que hacer una pausa porque se le quebró la voz.

Luego de su discurso, el gobernador salió a Plaza Liberación para saludar brevemente a sus seguidores a quienes les dijo: no les voy a fallar.

Por otra parte, aunque los casos de desapariciones prendieron alertas en el gobierno de Aristóteles Sandoval Díaz, Alfaro no tocó el tema.

La oposición de Alfaro
Rosa Angélica Fregoso, del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Gerardo Quirino, del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y Mariana Fernández, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), respaldaron a Alfaro en la defensa de la soberanía frente a la federación.

Sin embargo, Bruno Blancas Mercado, del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), criticó que Movimiento Ciudadano se queje en el Congreso de la Unión de la “aplanadora” del partido mayoritario, pero que en Jalisco haga lo mismo.

Gustavo Macías Zambrano, del Partido Acción Nacional, dio un voto de confianza a Alfaro. De hecho, el panismo estuvo representado en el arranque del nuevo gobierno con la presencia de tres exgobernadores del blanquiazul: Alberto Cárdenas, Francisco Ramírez Acuña y Emilio González Márquez.

Roba cámara El Bronco

Luego de la toma de protesta de su “amigo” Alfaro, el gobernador Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco, se tomó una serie de selfies con los jaliscienses.

Rodríguez se negó a hablar de la gestión de Aristóteles Sandoval Díaz y tampoco dio su opinión sobre el arranque de la presidencia de Andrés Manuel López Obrador.


El Bronco recomendó a Jalisco reconsiderar sobre el tema del ejército porque dijo que es necesario que esté en las calles. En materia económica, insistió en que primero es necesario atender a los mexicanos en referencia a los migrantes.

“Tenemos que generar trabajo, hay muchos huevones en el país, de a madres, muchos y esos están esperando con la mano estirada que les del el programa oportunidades”, criticó.


Fuente: adnpolitico.com