La cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) generaría una ola de repercusiones económicas a corto y largo plazo.

Especialistas consultados por Expansión refieren que la principal consecuencia sería la pérdida de confianza de los inversionistas.

“Se reduciría la confianza de los inversionistas para llevar a cabo proyectos con el gobierno, será más difícil que el gobierno consiga socios”, dijo Marco Oviedo, jefe de Research para América Latina en Barclays.

“Claramente la inversión privada es un motor importante del crecimiento económico. Los más sentidos serían los inversionistas reales; los que invierten en formación bruta de capital”, comentó Jaime Reusche, analista de soberano para México de Moodys.

Los niveles de inversión privada en México por parte de extranjeros y nacionales caería, y también se vería una reacción de los inversionistas financieros.

La desconfianza generaría una salida de capitales del país, la caída del precio de bonos mexicanos en el mercado, deuda más cara para el sector público, volatilidad, depreciación del peso y menor afluencia de turistas.

“La cancelación calificaría como un evento de default para los bonos del aeropuerto, esto tendría un impacto en todos los activos mexicanos: le pegaría a los bonos de México; por la relación México-Pemex, los bonos de Pemex se verían afectados, y también el tipo de cambio”, agregó Oviedo.

Esto, ya se observó en el precio de los bonos que fueron colocados para financiar parte de la construcción del NAIM, advirtió Gabriela Siller, directora de Análisis Económico de Banco BASE.

El precio del bono a 30 años cayó de 99.39 dólares a 88.066 dólares. Mientras que su tasa de interés pasó de 5.5% a 6.41%, en el mismo periodo, refirió Siller en un análisis.

El costo aproximado de la cancelación del nuevo aeropuerto sería de 120,000 millones de pesos (mdp), según estimaciones del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).

“Aparte de los costos hundidos, la credibilidad en el gobierno en cuanto al respeto de los contratos es de las implicaciones más costosas. Dependiendo de qué tan grave sea la percepción del mercado de este evento, se elevaría el costo de la deuda para México”, recalcó Oviedo.

También, la cancelación causaría la pérdida de empleos, los que genera la construcción del proyecto , y los que se dejarían de generar a futuro. No obstante, ese impacto sería más para la zona en la que se construye.

Además, no se resolvería la saturación del aeropuerto actual, lo que llevaría a generar un cuello de botella al no tener capacidad para albergar a más viajeros, lo que afectaría la llegada de turistas y por ende, el ingreso de divisas, refirió Oviedo.


Fuente: expansion.mx