El analista Guillermo Sesma y el periodista Enrique Hernández analizaron este martes las declaraciones de Andrés Manuel López Obrador, del pasado 16 de septiembre en Nayarit, acerca de que recibe un país en bancarrota, pese a que días antes, el 4 de septiembre, durante un acto en Monterrey, el presidente electo había señalado que se ha logrado una transición en armonía, con estabilidad y que no hay crisis política ni se tiene una crisis financiera.

Para Enrique Hernández ésta es la manera de ser de López Obrador, es uno en la plaza y otro en otros foros. Añadió que durante su gira de agradecimiento, el presidente electo le tiene que decir a la gente que votó por él que va a salvar a la nación, “que está hundida en el fango”, es decir, se trata de una estrategia política para seguir conquistando a los suyos.

Según Guillermo Sesma, López Obrador siempre ha hablado en primera instancia a su base y eso coindice con Donald Trump, que le habla a los suyos, aunque de repente trate de cuidar a otras audiencias.

López Obrador, añadió Sesma, está tratando de hablar a los que siempre han votado por él y estos mensajes son distintos a los que daría si hablara a la población en general, pero el problema es que López Obrador no entiende que ya es presidente electo y que sus dichos y aseveraciones tienen un impacto más allá de sus bases.

Añadió que el comentario de López Obrador sobre la bancarrota molesta a muchos, pero también tiene repercusiones en otros países que tienen o pueden tener inversiones en México.

Para Enrique Hernández, el presidente electo está en una paradoja de comunicación muy interesante y ha caído en una serie de contradicciones, como sus dichos acerca de Rosario Robles, a la que el político calificó de chivo expiatorio, pese a que el eje de toda su campaña fue la lucha contra la corrupción.

Según Sesma, López Obrador no debería hacer estas declaraciones porque no es juez, ni Ministerio Público ni está facultado para perdonar o acusar.

Hernández intervino y puntualizó que López Obrador no ha leído las investigaciones periodísticas de la “estafa maestra”, que lleva más de un año.

Sesma retomó la palabra y sentenció que las declaraciones de López Obrador, como la de la bancarrota, perjudican directamente a México e insistió que el gobierno entrante “parece desordenado” porque no se puede dar una declaración un día en un sentido y días después dar otra declaración en otro sentido completamente diferente.

El analista aseveró que no se puede hacer una declaración así acerca de la bancarrota porque hay datos duros y no estamos en suspensión de pagos, pese a que hay una deuda muy grande.

Respecto a las contradicciones dentro del propio equipo de López Obrador, por ejemplo en torno a la reforma educativa o en materia de energía, Enrique Hernández habló de la necesidad de sacudirse el “totemismo”, que le ha hecho tanto daño a este país, es decir aceptar como válido todo lo que dice el presidente.

Para Sesma sería importante saber a quién está escuchando López Obrador y quién fue quien le dijo que México está en bancarrota.

Insistió en que es interesante saber quién “está tarjeteando” al presidente electo porque no sabe de todo y necesitará asesores que le den información para evitar declaraciones como la de la bancarrota.

Acerca de un posible desgaste al interior de Morena, Sesma señaló que éste aún no se ha dado, pero habrá que ver cuánto dura esta situación.

Finalmente, sobre las consultas públicas que ha planteado López Obrador, Sesma señaló que no se puede gobernar en consulta pública porque es difícil y costoso, y los resultados no son óptimos.

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