La Red en defensa de los territorios indígenas de la Sierra Tarahumara, conmemora con pesar este lunes 15 de enero un año del asesinato de Isidro Baldenegro, activista rarámuti que en vida luchó para defender el territorio de su comunidad y los bosques de la Sierra Tarahumara.

Originario de la comunidad de Coloradas de la Virgen, en el municipio de Guadalupe y Calvo, Isidro organizó durante más de una década actividades de resistencia y exigencia a las autoridades gubernamentales; enfrentó a los empresarios madereros que saquean los bosques de la región, quienes violan los derechos territoriales y de autodeterminación de las comunidades y pueblos indígenas que en ellos habitan.

Su férrea lucha le hizo merecedor del Premio Medioambiental Goldman 2005, lo cual colocó en la mira internacional los peligros y el despojo que sufren las comunidades indígenas por defender sus bosques, una resistencia que tiene su origen en el carácter sagrado que las montañas y el ecosistema poseen desde su cosmovisión.

Cabe mencionar que su padre, Julio Baldenegro, fue asesinado en 1986, también por su defensa del bosque; hoy, la comunidad de Coloradas de la Virgen, continúa en su lucha por el reconocimiento de su territorio y, derivado del asesinato de Isidro Baldenegro, cuentan con medidas cautelares mandatadas por la Corte Interamericana de los Derechos Humanos.

El pasado 8 de marzo del 2017, se aprehendió al presunto autor material del crimen, Romeo Rubio Martínez, quien continúa bajo prisión preventiva; sin embargo, la investigación del crimen se ha centrado sólo en la autoría material, por lo que se espera que ahora las autoridades investiguen, detecten y aprehendan al autor intelectual, para hacerlo rendir cuentas ante la justicia.

Asimismo, el 29 de noviembre de 2017 se llevó a cabo la audiencia de formulación
de acusación en la que el Ministerio Público ofreció pruebas para solicitar la pena máxima. El juez de control enviará el auto de apertura a juicio al Tribunal de enjuiciamiento para que inicie el desahogo de pruebas.

Desde las organizaciones se tiene conocimiento de que el presunto asesino se encuentra vinculado con un grupo de sicarios que operan en Coloradas de la Virgen y que han agredido a otras personas defensoras del territorio y del medio ambiente, por lo que se solicita a las autoridades pertinentes que investiguen el caso y se lleve hasta las últimas consecuencias la prosecución de justicia, pues de ello dependen vidas humanas.

También recordamos que dentro de dos semanas se cumpliráq un año del asesinato de Juan Ontiveros Ramos, otro activista rarámuri de la comunidad de Choréachi (Pino Gordo), también en el municipio de Guadalupe y Calvo.

La Red en defensa de los territorios indígenas de la Sierra Tarahumara declara que la indignación y la tristeza alimentan la lucha y dan fuerza a las comunidades indígenas para continuar en busca de justicia, de reconocimiento a sus derechos y a su resistencia, para estrechar cada vez más el costo de sangre, la desigualdad y la miseria, siempre desde la dignidad humana.