Al Lic. José Antonio Gali Fayad,
Gobernador del Estado de Puebla.
Al Lic. Víctor Carrancá Bourget,
Fiscal General de Puebla.
A la Opinión Pública Nacional

El pasado martes 10 de octubre, a eso de las 5 de la tarde, fue asesinado cobardemente el joven antorchista y presidente municipal de Huitzilan de Serdán, Manuel Hernández Pasión, por un comando que portaba, para cumplir con su horrendo crimen, armas de grueso calibre de uso exclusivo del ejército.

El crimen se perpetró cuando el alcalde viajaba, acompañado por su escolta, de Zacapoaxtla a Huitzilan de Serdán. La saña con la que fue maltratado particularmente el cuerpo de Manuel Hernández no deja lugar a dudas que se trató de un crimen político y de un acto de terror contra el antorchismo, planeado y orquestado por los caciques de la Sierra Nororiental de Puebla, que se oponen a que los indígenas y campesinos de esta zona del estado luchen para mejorar sus condiciones de vida, a quienes Manuel Hernández defendió y lideró de manera decidida y con gran éxito.

El antorchismo poblano y los pobres de la Sierra Nororiental hemos perdido a uno de nuestros mejores líderes, a un joven consecuente, honrado, decidido y valiente, en la tarea que nos hemos echado a cuestas: la lucha contra la pobreza en México.

Manuel Hernández Pasión no tenía enemigos personales ni problemas particulares con nadie. Por el contrario, su vida abnegada, humilde y dedicada cien por ciento a liderar a sus hermanos indígenas lo convirtieron en un joven querido y respetado por los huitziltecos, al que acudían a consultar sus problemas porque sabían que hallarían un oído atento y una mano eficaz en la solución. La prueba: las decenas de obras que se construyeron durante su periodo como presidente municipal, entre las que se cuentan como las más importantes el Hospital Integral y la Unidad Deportiva del municipio.

Por estas razones, Antorcha no tiene dudas: el asesinato de nuestro compañero Manuel Hernández Pasión es un crimen político orquestado por el feroz cacicazgo de la Sierra Nororiental, que se ve envalentonado por la omisión de la justicia poblana en otros 10 atentados que hemos denunciado oportunamente y que fueron cometidos de agosto de 2014 a esta fecha. Este crimen se suma a la campaña de terror sistemática contra nuestra organización en Puebla.
Por todo ello, queremos dejar sentada nuestra posición, clara y firme:

Primero. Exigimos al Gobierno del estado de Puebla que investigue y castigue, con todo el peso de la ley, a los autores intelectuales y materiales del cobarde asesinato de un hombre bueno. No vamos a permitir que este crimen se quede archivado. Daremos una dura lucha para que se haga justicia.

Segundo. Denunciamos que la Fiscalía General del Estado tiene archivadas investigaciones de otros crímenes políticos, como el atentado contra el antorchista y Secretario del Ayuntamiento en Cuayuca de Andrade, las amenazas de muerte contra la alcaldesa de Tecomatlán, las amenazas y atentados contra nuestros líderes en Coxcatlán, Coyomeapan y Ajalpan, los allanamientos a las casas de nuestros compañeros en la ciudad de Puebla y San Martín Texmelucan. Exigimos que los encargados de investigar hagan su trabajo y den resultados a las sendas denuncias presentadas por nosotros cuando sucedieron los crímenes.

En todos estos hechos, no hay un solo detenido, a pesar de que todos fueron denunciados oportunamente ante la Fiscalía General del Estado de Puebla o en los ministerios públicos para su investigación penal; incluso, en varios casos, entregamos a las autoridades nombres de sospechosos (probados con testigos oculares) y en otros entregamos material videograbado por cámaras de seguridad; ahora caemos en la cuenta de que todo fue a parar al archivo muerto de la justicia.

Todos y cada uno de los casos se le hicieron saber, hasta el detalle, a los funcionarios que dispuso el Gobierno, con la esperanza de encontrar oídos sensibles para ponerle un alto definitivo a esta ola de atentados. Han pasado años enteros y las supuestas investigaciones están completamente atoradas o, de plano, archivadas para que se olviden.

Nos hemos cansado ya de pedir, una y otra vez, que se haga justicia, que se detenga a los responsables y que se salvaguarde la vida e integridad de nuestros compañeros. Todos nuestros llamados se toparon con una pared de indiferencia rotunda, cuyas consecuencias son las que hoy denunciamos.

Tercero. Exigimos al Gobierno del estado condiciones de seguridad para hacer nuestro trabajo, que como todo mundo sabe es la gestión de obras y acciones en beneficio de la gente más humilde de Puebla. Somos una organización pacífica que, ahora queda demostrado una vez más, no es violenta y es víctima de los arteros ataques de grupos de poder que ven en la lucha del pueblo a un enemigo para sus intereses bastardos.

Cuarto. Hace unos meses denunciamos lo siguiente, en un artículo publicado en los medios poblanos: “los autores materiales de cada uno de los crímenes, sean presidentes municipales, los caciques y sus gatilleros o bandas criminales, gozan de la protección total de algunos grupos de poder político y económico enquistados en el Gobierno del estado, grupos a los que el peso político de Antorcha, la fuerza de masas de Antorcha, les incomoda para sus fines electorales y de sojuzgamiento de pueblos enteros o a quienes les molesta que nuestra organización les solicite obras para mejorar la calidad de vida de los poblanos antorchistas, y son ellos quienes apadrinan y alientan a los criminales a cometer sus fechorías, con la seguridad de que habrá impunidad total. La prueba: no hay un solo detenido por los 10 crímenes políticos. En todo caso, al Gobierno de Puebla le corresponde decir quién está detrás de todos estos actos criminales”.

Señor gobernador, José Antonio Gali Fayad: Respetuosa, pero enérgicamente, le pedimos su intervención directa para encontrar y castigar a la mano asesina y a quien dio las órdenes para cometer este horrible crimen. Por eso, hoy miércoles 11 de octubre, una comisión de nuestro Comité Ejecutivo Nacional buscará con usted una entrevista. No descansaremos en nuestra lucha hasta encontrar justicia.

Atentamente
La Dirección Nacional del Movimiento Antorchista