El agente K-9 identificado bajo el nombre de Astro, fue sepultado esta tarde en el panteón canino de la Comandancia Norte luego de que personal de Seguridad Pública le rindió un homenaje de cuerpo presente,

ante su repentino deceso tras 14 meses de servicio en la corporación donde se distinguió por su obediencia, lealtad y nobleza con su binomio el policía Roberto González Maldonado.

Ante su lamentable deceso y al presidir la inusual ceremonia, el director Gilberto Loya Chávez destacó que si el perro es el mejor amigo, para el policía se convierte en un aliado de su trabajo, en su guardia y su defensa, pues el policía Astro dedicó casi la mitad de su corta vida a servir y proteger a su comunidad.

Astro contaba apenas con 2 años y medio de edad y avanzaba en su entrenamiento para detectar armas y drogas, así como para realizar funciones de guardia, custodia y ataque, sin embargo sobrevino un repentino ataque a su salud del que no pudo rescatarse pese a la oportuna respuesta del médico veterinario que lo atendía y estuvo presente en su funeral.

Si bien la Ceremonia de Honores es un tanto inusual, el elemento canino se considera un policía más; por haber dedicado su vida a servir y proteger a la comunidad se le brinda el mismo reconocimiento que en esta ocasión constó de guardia de honor, pase de lista, toque de silencio y minuto de sirenas o “códigos”.

Posteriormente fue sepultado en un pequeño panteón para oficiales caninos caídos, que se encuentra en el patio del grupo K-9 al que perteneció y está ubicado en la Comandancia Norte. Ahí estuvieron presentes compañeros de Seguridad Pública y los agentes caninos Tobe, Flash Icon, Mark, Mateo Toro y Fuji para acompañar al oficial Astro hasta el final.