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UN SEUDÓNIMO QUE LO LLEVÓ A LA GLORIA: GUADALUPE VICTORIAPor PEDRO FLORES LINARES, 2020-09-20 16:25:47
Nació en Durango, de padres campesinos hijo de Manuel Fernández y Alejandra Félix, menor de cuatro hermanos, José Miguel Ramón Adauto Fernández Félix, se metió a la historia de México como uno de los más grandes luchadores de la Independencia y del antiimperialismo, su nombre de batalla, “Guadalupe Victoria”. Criado por su tío Agustín hermano de su padre, sacerdote mercedario José Miguel en plena adolescencia atravesó la sierra madre occidental para llegar a la capital de la provincia de Nueva Vizcaya, Durango, para ingresar al seminario en donde destacó de inmediato por su inteligencia, misma que le valió para que de ahí fuera recomendado al colegio de San Ildefonso en la capital de la república, en donde se enteró del inicio de la independencia. De herejías fueron calificados sus pensamientos, sobre la igualdad de oportunidades para todos y la eliminación de la sumisión dela Nueva Españahacia la monarquía, por lo que decidió salirse del colegió. Antes de unirse a las tropas de José María Morelos pasó porla Basílicade Guadalupe. Hundido en sus pensamientos pidió fortaleza para seguir sus metas y simplemente dijo: “madre mía, desde ahora usaré tu nombre como el mío de pila y mi apellido será victoria, por la fe que tengo al movimiento insurgente.” De esa forma se presentó ante el “Siervo de la patria”, quien basado en sus estudios le dieron mando de tropas. Sus triunfos empezaron a darle fama, sus soldados decían que la valentía que demostraba en los combates era producto de que a él lo protegíala Virgende Guadalupe. Pronto fue general y su leyenda de valiente se incrementó, cuando después de que fue rechazado cuando pensaba tomar Oaxaca, lanzó su espada al otro lado de un río en donde estaban acampados los realistas y a nado pasó por ella diciendo: “ va mi espada en prenda, voy por ella”. Dicha acción valió para que sus soldados lo siguieran con rifle en mano y tomaran por sorpresa a los realistas hasta llevarse la victoria total: por las aridez de los terrenos Guadalupe Victoria se hizo experto en guerra de guerrillas y emboscaba con facilidad al enemigo causándole severas bajas. Al ser detenido y fusilado Morelos, Guadalupe Victoria se internó en la sierra del sur del país en donde causó severas bajas a los realistas, hasta ser derrotado en Palmillas, obligándolo a vivir como anacoreta algunos meses hasta que fue rescatado por Antonio López de Santa Ana, después de que Agustín de Iturbide y Vicente Guerrero habían firmado el “Plan de Iguala” concluyendo de esta forma la lucha por la independencia. De Héroe a Prisionero En 1821, una vez recuperado se presentó para quedar a las órdenes de Agustín de Iturbide, con quien tuvo diferencias por el establecimiento del imperio, lo que le valió la animadversión del grupo iturbidista, quien lo envió a la cárcel por sus ideas republicanas, pero logró escapar y se puso al servicio de Antonio López de Santa Ana quien estaba en contra del imperialismo y la reelección.. Victoria negoció la salida de los últimos realistas refugiados en el Castillo de San Juan de Ulúa, su fama y prestigio llegó a tal grado que en las elecciones del 9 de octubre de 1824, Guadalupe Victoria se convirtió en el primer presidente “del cambio”, tomando posesión un día después. Durante su mandato se obolió totalmente la esclavitud, se organizó la república en 19 estados y un distrito federal y lo más importante, fue reconocido por todos los países, como nación independiente, pero sus males avanzaban y el 21 de marzo de 1829, entregó la banda presidencial a Vicente Guerrero. Retirado de la vida política, la epilepsia se le declaró y lo fue disminuyendo físicamente los últimos años de su vida, de nada valió la intervención de Antonio López de Santa ana, quien autorizó su traslado al Hospital Militar. Todo fue inútil, Guadalupe Victoria murió el 21 de marzo de 1843. En ese mismo año el Congreso de la Unión los declaró “Benemérito de la Patria”, sus restos fueron trasladados a Perote, Veracruz para que en 1925 fueran trasladados a la columna de la Independencia, en donde nadie se acuerda de José Miguel Ramón Adauto Fernández Félix, pero todos rinden homenaje a Guadalupe Victoria. |
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