Dijo Pico De la Mirandola acerca de la dignidad del hombre allá por 1486, que una vez creado el universo, los ángeles con su inteligencia supe­rior, los pájaros y los peces de las más hermosas formas y colores, así como también aquellas criaturas que pueden parecer torpes y toscas a nuestra vista,

y que al llegar al término de la obra, se dio cuenta que no había nadie quien acompañara a Adán en tan excelsa obra, alguien que también amara su grandeza . Pero, ya no había entre todos los modelos uno que reu­niera las mejores formas, no existía arquetipo entre los tesoros, y ya habían sido repartidos todos los lugares superiores, los medianos y los inferiores. El creador no encontrando nada específico para darle en propiedad, estableció que le fuere común todo lo que singularmente le había asignado a todas las demás criaturas y le dijo así: No un lu­gar fijo ni un aspecto propio, ni un don que te sea particular te he dado, Adán, porque aquel lugar, aquel aspecto y aquel don que tu desearas todo ello según tu voluntad y tu consejo obtengas y conserves . La na­turaleza de los demás está contenido en las leyes prescritas por mí. Tú te las fijarás sin verte constreñido por ninguna traba, según tu libre arbitrio, a cuya potestad te confié. Te situé en mitad del mundo, para que desde allí vieras mejor, cuanto en él se contiene. No te hice celeste ni terrenal, ni mortal ni inmortal, para que por ti mismo, como libre sobe­rano artífice te plasmes y fijes en la forma que tu determines . Podrás degenerar al modo de los seres inferiores, que son los brutos, o podrás según tu voluntad, regenerarte, al modo de los entes superiores, que son los divinos. Así Dios le concedió al hombre todo lo que quería . Mas no faltan detalles. Ya había creado al género humano, cuando el Señor estaba tan can­sado que nada más le alcanzo el tiempo para crear un solo hombre, le faltaba compañía y entonces en un arrebato genial se puso a crear a las mamás. Díos, que estaba ocupado en crear a la primera madre, llevaba ya seis días trabajando horas extraordinarias cuando un ángel se le presentó y le dijo: -Te afanas demasiado, Señor. Y el Señor repuso: -¿Acaso no has leído las especificaciones que debe llenar el pedido sonso? Esta criatura tiene que ser lavable de pies a cabeza, pero sin ser de plás­tico; llevar ciento ochenta piezas movibles, todas reemplazables, funcio­nar a base de café negro y de las sobras de la comida, poseer un rega­zo que desaparezca cuando se ponga de pié, un beso capaz de curar to­do, desde una pierna rota hasta un amor frustrado. y seis pares de manos . Y él ángel confundido, observó: -¿Seis pares de manos? ¿Eso es imposible? _No son las manos el problema -agregó el Señor- sino los tres pa­res de ojos. -¿Y eso es para el modelo normal?- inquirió el ángel. ; El Creador asintió: -Uno para ver a través de la puerta siempre que pregunte: ¡Niños!, ¿qué andan haciendo ahí dentro?. Los estoy vigilando con este ojo microscópico. -Aunque ya lo sepa muy bien-. Otro detrás de la cabeza para ver lo que más le valiera ignorar, pero que pre­cisa saber y, desde luego, los de adelante, para mirar un niño en apuros y decirle, sin pronunciar siquiera una palabra: ya entiendo, hijo, y te quiere mucho. ¡A la regadera y lávate bien las verijas!. El ángel le tiró de la manga y le advirtió mansamente: -Vale más que te vayas a la cama, Señor, mañana será otro día ... -No puedo. Y, además, me falta poco . Ya hice una que se cura por sí sola cuando enferma, que es capaz de alimentar una familia de seis personas con solo medio kilo de carne molida y de persuadir a un chi­quillo de nueve años para que se esté quieto bajo la ducha . Lentamente el ángel dio la vuelta en torno de uno de los modelos . -Me parece demasiado delicada- comentó con un suspiro. -Pero es muy resistente- aseguró Dios emocionado. No tienes idea de lo que es capaz de hacer y sobrellevar, -¿Podrá pensar? -preguntó el ángel, -Claro, y razonar y transigir y ser muy buena estudiante de lógica- contesta Dios firmemente. Por último el ángel se inclinó y pasó un dedo por la mejilla del modelo. - ¡Tiene una fuga!. ¡Órale! ¡Te falló el invento! Eres un mal plomero. -No es fuga . Es una lágrima. -¿Y para qué sirve? -Para expresar gozo, aflicción, desengaño, pesadumbre, soledad y orgullo. -Eres un genio. Señor. Y Dios con un perfil de tristeza observo'? -Yo no se la puse. Es de ella. Verum est factum. Y desde entonces el hombre no puede vivir sin la mujer, y la mujer sin el hombre. Somos únicos, diferentes, pero complementarios . Ahí está todo.