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HABLANDO DEL DIABLO, LLEGO EL ABOGADOPor LIC. FRANCISCO FLORES LEGARDA, 2017-10-05 07:58:19
“Los hechos no tienen juicio moral. Simplemente establecen lo que hay, no lo que pensamos de ellos, no lo que sentimos”. ¿Por qué defender a un culpable? La respuesta universal es muy sencilla, “porque todos tienen derecho a una defensa”. Aunque sinceramente creo que la respuesta debe de ir más allá de algo tan simple. Imaginen la escena de un homicidio, dos cuerpos sin vida ensangrentados en algún bar de la ciudad a la 1:00 am., el perímetro está debidamente acordonado por policías municipales, las luces destelladoras de los vehículos oficiales iluminan el escenario delictivo y los médicos legistas trabajan en conjunto con los peritos de balística y criminalística para analizar el área, todo esto mientras los agentes de la policía se llevan detenidos a dos personas al mismo tiempo en que el abogado de estos se dirige de inmediato para entrevistarse con ellos, y en dicha entrevista, se confiesan con él. Ellos realmente son los autores materiales del homicidio doloso cometido en contra de dos seres humanos, y aun sabiendo esto, el defensor no solo hace un silencio inescrupuloso de esa verdad, sino que analiza el caso, lo interpreta, busca cada letra chica y cada laguna de la ley, encontrando el criterio legal que encuadre en su propia versión para entrar al tribunal acompañado de ese par y tan solo 48 horas después, lograr su libertad. En este punto la frase “el abogado del diablo” cobra sentido, abogado del diablo le dicen a aquel que defiende a políticos corruptos, secuestradores, al acusado en general, y en consecuencia el defensor entra en un conflicto social, arremeten en contra de su moral poniéndola en entredicho, como si su labor fuera un gesto de desaprobación al poner la argumentación jurídica al servicio de los imputados. “El abogado del diablo”, ¿diablo? Diablo significa adversario, contrario, significa que es contra parte, “se aplica a cualquier antagonista. Ángeles y humanos, reyes y serpientes”, defensores y fiscales, moral y sociedad. Después ese término se interpretó de otra manera. Para mí, la labor del defensor es un arte, analiza, entra a un campo que no es popular en el que tiene que adaptar el bien y el mal, esa es su estrella, juega con las interpretaciones y con los hechos y estos simplemente establecen lo que hay, no hay lugar a lo que se piensa de ellos o le que se siente de ellos, simplemente es así. Incluso hasta en las historias de fantasía el defensor penal es un súper héroe presentándose en su disfraz que lleva la silueta del propio diablo. ¿Por qué defender a un culpable? Porque hasta el culpable tiene derecho a una defensa, “porque el trabajo es fácil cuando el cliente es inocente”, y porque es abogado, y porque es diablo. @Rodrigo19HM |
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