A Chihuahua el padre de la patria Miguel Hidalgo llegó el 23 de abril de 1811, el pueblo presencia la llegada como si fuera desfile, ordenados a los lados de lo que era la Avenida del templo mayor (hoy calle libertad) y desembocaba en la plaza donde se construiría la catedral

(hoy plaza de armas), todo el pueblo presenció la llegada con un bullicio discreto y temeroso. Nadie protestaba, nadie reclamaba la injusta ejecución que se llevaría a cabo en los próximos días. Su llegada fue anunciada así; “De un momento a otro vais a ver en medio de vosotros, como reo, al mismo que acaso temisteis como tirano feroz, rodeado de ladrones y forajidos destrozando nuestros bienes, saqueando y profanando nuestros templos…” El cura Hidalgo a sus carceleros Melchor Guaspe y Miguel Ortega les dedicó su poesía: “tienen protección divina, la piedad que han ejercido, con un pobre desvalido que mañana va a morir, y no puede retribuir ningún favor recibir” Ejecutados los insurgentes son decapitados Hidalgo, Allende, Aldama y Jiménez lo que mancha a Chihuahua, nadie alzó la voz, nadie protestó, nadie se sumó a la lucha de independencia, Chihuahua estaba con el virrey. ¿Cuál es la razón del conservadurismo de Chihuahua? ¿A qué se debe su apoyo incondicional a la corona Española? ¿Por qué la pasividad chihuahuense? Algunos datos objetivos, para tratar de encontrar respuestas en las interrogantes; El chihuahuense era difícil entender la rebelión de Hidalgo, cuando llega a Chihuahua, apenas tenía 20 años establecida la primera escuela primaria; hacia 3 que funcionaba la primera escuela para pobres, habían expulsado a los jesuitas y con ello la cultura había desaparecido. Chihuahua vivía aislada de todo movimiento intelectual, el virrey no instalaba una imprenta en la Nueva Vizcaya, los periódicos de México no llegaban jamás, el control de las noticias estaba en poder de las altas autoridades y del alto clero. Así pues, en síntesis el Estado además de mantener ignorante al pueblo de Chihuahua, sabía que no se levantaría en armas si mataba a Hidalgo, lo que si podría pasar en otras regiones de la Nueva España, con eso manchó a Chihuahua que nunca protestó por la ejecución de Hidalgo. Todo eso es Historia, lo que hoy podemos hacer es revertirla, por ello es bueno denunciar, protestar y compartir todo lo malo del gobierno, para tener un pueblo informado que no permita que el gobierno se aproveche del pueblo. *(Todos los datos objetivos históricos fueron obtenidos del libro Crónica De Un País Bárbaro de Fernando Jordán 1ª Edición pag 211-220)* david oscar castrejón rivas (16-IX-17)