La Mayoría de los Mexicanos consideramos a la familia como la célula básica de la sociedad y los retos actuales consideran llegar a socializar que la familia tiene muchas formas de integrarse, donde no solo la representen el padre, la madre y los hijos sino que existe una gran variedad de formas de integrarla y todas ellas llevan a consolidarla como tal con los beneficios, derechos y obligaciones que el Estado establece.

Mucho se ha hablado respecto a lo que significa en la sociedad el concepto de familia. Cientos de foros y reuniones para detallar y tratar de establecer una ruta única con el respaldo de los recientes fallos de la corte, la perspectiva de los derechos humanos y el avance del empoderamiento de diferentes grupos de la sociedad tratados en forma discriminada desde tiempos ancestrales han mantenido este tema en la mesa de la discusión. Pero como quiera que se integre una familia, si existen menores, estos deben contar con el mayor apoyo y protección por considerarse que su formación depende en mucho de lo que obtengan desde el seno familiar, además del apoyo que el estado, obligatoriamente debe proporcionarles. Por lo anterior, desde la perspectiva del desarrollo humano, desde temprana edad los pequeños tienen derechos humanos básicos que deben cumplirse. Todos los derechos que se definen en la Convención de los Derechos de los Niños son inherentes a la dignidad humana y el desarrollo armonioso de todos ellos. Los niños tienen los mismos derechos humanos en general que los adultos, pero como son especialmente vulnerables, es necesario que tengan derechos concretos que reconozcan su necesidad de recibir una protección especial. Los niños no son propiedad de sus familias ni tampoco son objetos indefensos de la caridad. Son seres humanos y son también los titulares de sus propios derechos. Un grupo de legisladores federales, han manifestado la intensión de legislar en torno a este tema, buscando que los gobiernos observen una perspectiva de familia en todas sus acciones favoreciendo así a la célula básica de la sociedad. Los Gobiernos con perspectiva de género, son un grave error, pues su trabajo debe orientarse hacia todos los ciudadanos hombres y mujeres, y resulta discriminatorio el favorecer intensamente una parte de la sociedad por el hecho de ser hombre o mujer. Naturalmente que deben existir planes y programas para favorecer a los sectores más débiles de la sociedad en un afán de la búsqueda de la igualdad social, pero sin llegar al empoderamiento de un sector que lo ponga por encima de los demás, mucho menos imponiendo políticas públicas desarrolladas por el Estado por únicamente el género. La propuesta refiere que la política de Familia es la que debe marcar toda la acción de Gobierno, pues todos los actos que se desarrollan desde todas las Áreas deben contener un componente de servicio y asistencia a la unidad familiar. Desde las actividades culturales a las medio ambientales, pasando por el deporte y los servicios sociales, todos los funcionarios públicos deben buscar siempre que su trabajo pueda repercutir en beneficio de la Familia como ente básico de nuestra sociedad. La situación económica y social en nuestro país, hace difícil a las familias mexicanas ejercer correctamente sus funciones sociales. El aumento de familias con doble ingreso, el mal funcionamiento del mercado de trabajo así como los nuevos comportamientos sociales, exigen urgentemente la puesta en marcha de acciones concretas. Estas medidas deben enmarcarse en una auténtica “Política de Familia” concebida para el largo plazo, que defina objetivos claros y viables de apoyo a esta institución a través de acciones y políticas públicas orientadas para tal fin. La “Política de Familia” deberá estar integrada por medidas que armonicen actuaciones políticas, restricción presupuestaria y bienestar familiar, lo que supone un tema complejo. En él intervienen variables de naturaleza muy diferente, lo que sin duda constituye un reto para quienes intervengan en este proyecto de unificación. Además, estas medidas, que próximamente veremos en el trabajo legislativo, resultan importantes porque vendrán a fortalecer la democracia y la igualdad social por medio de políticas públicas y avances legislativos que abarque como concepto general a la familia. Interesante sería que también la legislatura local asumiera estas posiciones a favor de la sociedad en su conjunto. Correo: [email protected]