El pasado 23 de Mayo, se cumplieron dos meses del artero asesinato de la periodista Miroslava Breach sin que se tengan resultados en las supuestas averiguaciones de las que nos dieron parte y que presumían la pronta captura de los responsables.

Dos meses en donde el silencio ha sido el principal discurso de quienes ejercen el poder en el tema de los dos últimos asesinatos a periodistas cometidos en esta ciudad de Chihuahua. El 22 de Mayo, recordábamos la golpiza que en el gobierno de Francisco Barrio hace 20 años propinaba a través de los agentes “judiciales” de aquella época a los indígenas de Monterde liderados por el Prof. Saúl Carrasco quien resulto gravemente lesionado, a pesar de que los indígenas se defendieron arrancando los adoquines del camellón de la Av. Universidad para usarlos como armas contra el abuso y exceso policiaco, la golpiza fue tremenda. Escenas dantescas de la barbarie fueron difundidas por los medios y hubo que recorrer los hospitales buscando a los indígenas detenidos y malheridos para evitar su desaparición, al mismo tiempo que se orquestaba una protesta frente a la hoy fiscalía para la liberación de los detenidos que pretendieron salir en defensa de los indígenas y que fueron golpeados, humillados y amenazados, entre ellos luchadores sociales de la talla de Lucha Castro, Pavel Aguilar, Gabino Gómez y hasta los menores Pablo e Inti Gómez entre otros. En aquella ocasión, en su trabajo periodístico, Miroslava Breach y Olga Aragón, editaron una revista que denominaron “Nunca más” donde recogieron toda la información y análisis de los hechos. En su portada aparecía un policía municipal aplastando la espalda de un indígena con su bota, mientras este permanecía tirado en el pavimento boca abajo, apoyado en sus codos y mostrando parcialmente su cara ensangrentada por los golpes propinados. En sus dedicatorias escribían; “A quienes, careciendo de todo, mostraron más riqueza de espíritu que sus agresores. A quienes arrastrando su propio miedo, intentaron impedir la barbarie. A quienes, indignados, denunciaron, protestaron, clamaron y gritaron conscientes de que la agresión fue a toda la sociedad. Al pueblo de Chihuahua, indígena y mestizo, siempre más grande que sus gobiernos. A mis amigos y compañeros, los que comprenden y comparten.” y en especifico, Miroslava mencionaba: “Para Andrea, que comprenderá.” Y comenzaban escribiendo con grandes letras; “La libertad de expresión se salvaguarda ejercitándola” Parecía que sentaban las bases para que no volviera a repetirse una barbarie de esta naturaleza contra los indígenas mientras resguardaban un gran valor que tenemos y por el cual se han perdido ya cientos de vidas: la libertad de expresión Miroslava Breach, pagó con lo más preciado que tenía la libertad ejercida a lo largo de años de trabajo periodístico; su propia vida. Por ello, tenemos que repudiar el discurso del actual grupo gobernante contra los medios de comunicación por la corruptela involucrada durante la pasada administración que no ha llevado a la justicia a un solo periodista, comunicador o medio de comunicación, sino solo ha señalado a los medios como corruptos creando un ambiente enrarecido y que facilita el poner en grave riesgo a los que ejercen esta noble profesión sabedores que la responsabilidad de salvaguardar la vida e integridad de quienes trabajan en torno al manejo de la información pertenece a quien hoy ataca y denosta en su discurso. La exigencia de resultados que hagan valer la justicia es permanente. La labor de quien se dedica a este oficio del periodismo y la comunicación debe ser protegida por el estado, en razón de que los medios son un enlace directo entre el gobierno y la sociedad. Correo: [email protected]