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LOS MOCHIS ¿POR QUÉ ESTAFAN AIDÉ VÁZQUEZ O DALILA ROBLES?Por Redacciòn, 2015-07-21 17:13:51
Aidé por lo menos le conoces cuatro nombres; como podrán ver en Google, a veces se llama Rosy Soto, otras veces Aidé Soto, Aidé Vázquez o bien Rosy Soto Martínez; por nombre no hay regateo; y Dalila; así a secas; la temible y tristemente estafadora Dalila Robles Peñuelas. Una vez Marcial Liparoli (secretario B del gobierno de Sinaloa) declaro públicamente que él apoyaba a una líder de precaristas, esta persona a la que se refería el empleado público desato una corrupción y estafa jamás vista en el municipio de Ahome y termino abandonada, incluso por sus propios cómplices, pero no evito acumular millones de pesos producto de sus fechorías a las familias más humildes del municipio. Antes se deja ver en las redes sociales con fotografías con el presidente municipal y otros funcionarios, no menores de la actual administración con un claro mensaje que la interlocución con las autoridades la tenia ella; estamos hablando, pues, de una delincuente publica que funcionarios públicos que se dejaban ver con ella si el menor empacho. Ahora el turno lo tiene otra estafadora no menor, la Mil nombres, Aidé Vázquez (supongo que ese es su nombre real) y se encarga de robar cobrando por invadir viviendas y lo hace a nombre de promesas que según ella le hizo el secretario del ayuntamiento Álvaro Rúelas; y no hay manera de decir que estamos mintiendo e incluso ahora se hace acompañar de otra estafadora de Gilda Robles (sobrina Jesús Robles del secretario técnico del ayuntamiento) y las denuncias de sus fecharías, que incluyen ventas de vehículos asegurados por el ayuntamiento es de dominio público. ¿Qué pasaría si los líderes reales timaran uno o dos familias? ¿Tendría las autoridades la misma benevolencia que como la que tienen con estas bandas de estafadoras? Lo dudo. Quienes promueven estos fraudes tienen sus cálculos y seguramente ellos consideran que permitir las estafas les garantiza el control de los invasores del municipio y que les pueden dar a mediano plazo dividendos políticos-electorales y ganancias monetarias estratosféricas; es posible que esas sean las causas de los fraudes y su impunidad. La Mil nombres ya incluso tiene su oficinita en la calle Corregidora y también se hacen pasar como bufete jurídico y curiosamente también amenazan a quienes los cuestionan de interponer demandas legales como mandando mensaje que no están solas, como por cierto no lo están. El punto es que esto fraudes ya están creando un grave problema donde sus patrocinadores están a punto de meterse a un callejón sin salida y la pregunta rigurosa ¿A quién le conviene los fraudes de esta banda de estafadores? ¿Por qué el Estado lo solapa? El garlito de tener encuentros públicos y privados de los funcionario con ellos bajo el argumentos que es por normatividad ya esta gastado; hay algo más y las bayonetas que ellos proveen más temprano que tarde terminaran apuntándoles a ellos mismos; por lo pronto ya para nadie es una novedad que los fraudes se dan por las promesas de los funcionarios y a nombre de ellos y esto; y esto, de una manera u otra lo obligara a marcar distancia, hacer una deslinde y tomar las cosas en serio; los problemas sociales deben tratarse como tal y dejar de jugar a las maniobritas que tampoco es un juego de niños. Hay tiempo de parar los fraudes de inmediato y eso depende de lo funcionarios que de una manera y otra están o los involucran. Cesar Del Pardo Escalante |
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